sábado, 11 de junio de 2011

DE PELÍCULA: BRIGITTE HELM

Simplemente Brigitte...

Brigitte Helm. Actriz alemana, famosa por su papel en la película futurista “Metrópolis” de 1926 (1927 según otras fuentes), dirigida por Fritz Lang. Una muchacha que empezó su carrera antes de cumplir 20 años, pero que tuvo que retirarse antes de llegar a los 30. Una actriz olvidada, reflotada, pero nunca tan famosa. Acá un espacio para ella, considerando que hoy 11 de junio, se recuerda una año más desde su partida, silenciosa, en 1996. Un merecido espacio, para una verdadera Musa.
Brigitte nació en 1908, en Berlín. Su padre, un soldado alemán, murió en 1913, una año antes de iniciarse la Primera Guerra Mundial. La pequeña debió pasar su niñez con su madre y sus otros tres hermanos, de los cuales dos eran mujeres.
La carrera actoral comenzó pronto, y en 1925 fue llamada por Thea von Harbou, en aquel entonces esposa de Fritz Lang (se separaron en 1933) y escritora de una novela futurista, para actuar en una película basada en la misma. “Metrópolis” se estrenó en 1926, pero la premiere alemana no solo no fue tan bien recibida como se esperaba en su momento, sino que además fue cortada, y gran parte no se recuperó hasta el descubrimiento de una copia en Buenos Aires en 2008. Cuestiones al margen, Brigitte obtuvo fama con solo 18 años, y las películas siguientes, no tan valoradas como la primera (en la actualidad), fueron muchas, y no sólo en alemán, sino también en francés, y hasta alguna que otra en inglés.

Una de sus escenas más recordadas: la transformación del Robot (Metrópolis, 1927)

Mujer glamorosa y sencilla, los roles de Brigitte en Metrópolis. Roles también en su vida.

La época muda fue muy productiva, y hasta su fin, hacia 1930, tuvo a Brigitte entre sus protagonistas, desde que la joven apareció. Mientras que en “Die Liebe der Jeanne Ney” (El Amor de Jeanne Ney) de 1927, se la ve en el papel de una inocente niña ciega, en “L’Argent” (El Dinero), de 1928, aparece como una seductora condesa, cuyos ojos y vestidos llamaron la atención de más de uno, aún hoy.
Pero la época sonora del cine marcó la decadencia. Como punto alto, aparece “L’Atlantide” (La Atlántida), película de George W. Pabst que tuvo una versión francesa, una alemana, y una inglesa, pero siempre con Brigitte inalterable en el papel protagónico. Luego de eso, las películas germanas fueron censuradas por el ascenso del régimen nazi, y la carrera de Brigitte Helm terminó en 1935, cuando la actriz tenía, tan solo, 27 años. Llegó a trabajar en el denominado Cine del Tercer Reich, pero se dio cuenta de la manipulación que se le estaba haciendo al arte, y optó por renunciar a su trabajo.

Con Gustav Fröhlich, foto promoción del film "Gloria", de 1931.

Antinea, reina de la Atlántida de Pabst (¡y coloreada por mí!)



Como Florence Wills, en "Gold", 1934.

Brigitte se casó dos veces. Tuvo cuatro hijos con un industrial judío, lo cual seguramente implicó cierto “desafío” de la actriz hacia el nazismo. Exiliada, vivió en Suiza y en Italia, y regresó a Alemania al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Pero nunca volvió a actuar, y se negó a ser fotografiada o entrevistada. Sus rivales épicas, Greta Garbo y Marlene Dietrich, le ganaron la pulseada, pues fueron a Hollywood, y se convirtieron en indiscutidas estrellas, mientras que ella permaneció escondida, hasta su fallecimiento en Suiza, en 1996 a los 88 años. Es verdad que Brigitte tuvo la posibilidad de ir también a Estados Unidos a triunfar, pero renunció al papel de esposa de Frankenstein, por no querer dejar Alemania. Ese mismo rol, significaría el lanzamiento a la fama de Elsa Lanchester.

Hoy en día sus películas son difíciles de encontrar, a tal punto que a algunas ya se las está empezando a dar por desaparecidas, y aquellas halladas son conservadas, en algunos casos restauradas, o compartidas entre coleccionistas. De la etapa muda, además de Metrópolis, Die Liebe der Jeanne Ney y L’Argent, se destacan Abwege (Crisis), Alraune (Mandrágora), Die Wunderbare Luge der Nina Petrovna (La Maravillosa Mentira de Nina Petrovna), y Die Yacht der Sieben Sunden (El Barco de los Siete Pecados), esta última con el final desaparecido. De la etapa sonora, además de La Atlántida, destacan Gloria (en cuya versión alemana vuelve a compartir protagonismo con Gustav Fröhlich, Freder Fredersen de Metrópolis) y Geld (Oro).

Hasta aquí un espacio dedicado a una gran actriz alemana, triunfante en el cine mudo, pero no tanto en el sonoro, que marcó su retiro. Inspiración de muchos, recordada por otros, si bien sus papeles representaban a la mujer seductora, atrevida y decidida, también le dio lugar a la interpretación de una joven pobre, humilde e inocente, quizás recordando sus raíces, su niñez.
Será un homenaje mínimo, pero para quien les escribe, es muy grande. Les dejo algunos videos para que la conozcan mejor.
¡Saludos y gracias!

De su etapa muda: 

Metrópolis (trailer de la edición 2010)


Abwege (Crisis, 1928)


Die Liebe der Jeanne Ney (El Amor de Jeanne Ney, 1927)


De la etapa Sonora:

Alraune (Mandrágora, 1930)


L'Atlantide (1932; en Youtube también podrán ver la versión inglesa, también con Brigitte)


Y para cerrar...

Un rejunte de algunas películas, algunas de ellas incompletas o desaparecidas...



martes, 7 de junio de 2011

ARENA, CENIZA, LLUVIA...BARILOCHE, MI TESTIMONIO

Bariloche. Una imagen de postal, hoy limpiándosela lo más rápido posible.

   De público conocimiento es a esta altura lo que ha sucedido acá en el sur del país: Erupción del volcán Puyehue en Chile, lluvia de arena sobre las zonas de Bariloche y Villa la Angostura, y en pueblos rurales que debieron ser evacuados inclusive, calles cerradas, bloqueadas, supermercados llenos de gente, complicaciones para conseguir barbijos, tránsito pesado, clases suspendidas, comercios cerrados...
   Fui testigo directo de lo ocurrido, de más está decirlo. Vi cómo el cielo se nublaba, mientras mi perro me avisaba, pero como yo veía que de vez en cuando se volvia a despejar, ignoraba el hecho de que no despegaba su mirada de la ventana. Y cuando se oscureció, ya después de las 16hrs de ese sábado 4, me di cuenta de que mi perro tenía razón. Me puse en contacto con todos: familia, compañeros de la facultad, gente de las redes sociales...entré a mis dos perros, ya empezada la caída de arena, y comenzamos a ver en la tele qué pasaba. Los medios de Buenos Aires se encargaban de brindar la información, claro que las fuentes eran los propios vecinos barilochenses, quienes con mucha amabilidad prestaron testimonio, hablando, o enviando fotos y videos. Acá, solo las radios y compañeros de las redes sociales (a quienes agradezco muchísimo) nos mantenían al tanto a los locales.

Imagen propia, tomada el mismo sábado 4 de junio. Visibilidad cero, patio blanco, ¡y eran poco más de las 19!

   Debo decir que nos apresuramos al decir que era ceniza. A medida que se juntaba, muchos notaron que era ¡arena!, por lo que se dudaba si caería en algún momento ceniza, como ya nos había ocurrido con la erupción del Chaitén, en 2008. El asunto es que, arena o ceniza, la ciudad quedó tapada y, aunque algunos lo nieguen, aislada. De entrada se pidió a la población que transitara lo menos posible, pues la visibilidad en las calles era casi nula. La ruta que comunica con Villa la Angostura, la otra gran golpeada, fue cerrada, los supermercados quedaron desprovistos de agua y otros elementos básicos, el aeropuerto se cerró y rápidamente se anunció la suspensión de actividades escolares y públicas en general.
   No faltaron los que especularon, los que exageraron y los que de verdad se preocuparon; los optimistas y los pesimistas de siempre, los que salían a desmentir todo, y alguno que otro que le echaba más leña al fuego. Digo esto, porque muchos se la agarraron con los que informaban, otros con los que aún no decían nada, y otros con los que estaban por decir algo. Por suerte, también estuvieron los que pidieron calma a la población, al vecino, los que evitaron que la gente entrara en pánico, los que le pusieron una pizca de humor al asunto, y los que simplemente se sentaron a esperar a que la lluvia de arena terminase para ver qué podía hacerse a la mañana siguiente. Tampoco faltaron los vivos que aumentaron algunos precios aprovechando la situación, pero ya fueron descubiertos y, si bien no se dan los nombres a la luz, ya están siendo sancionados.
   El trabajo de despeje de las calles, si bien es intensivo, lógicamente empieza por las partes más céntricas de la ciudad, y el servicio de recolección de residuos opera con normalidad. Lo malo es que, como no es ceniza (que hubo, pero no se notó tanto por la cantidad de arena), lo caído es mucho más difícil de mover, por lo que continuará viéndose por todo Bariloche y alrededores por un buen tiempo.

Trabajos de despeje en calle Mitre.

   Ahora llueve. Y esto complica más la limpieza de calles, y mantiene a escuelas, colegios y universidades, con pocas chances de dictar clases normalmente. Lógico.
   ¿Qué queda ahora? Esperar. Esperar a que cese la lluvia, a que no caiga más nada, y a que se abra el cielo. Los informes meteorológicos hablan de que algo así podría pasar recién el domingo, o el lunes, pero a esta altura, por cómo se dan las cosas, nadie sabe qué puede pasar. En principio, se dijo que la presión había bajado un poco, por lo que la actividad volcánica no pasaría de ésto, y también se desmintieron rumores de posible terremoto, algo que sembró mucho miedo en Villa la Angostura.
Personalmente, espero que toda esta hermosa región del país pueda salir de esto. Y desde ya, ¡muchas gracias a todos por los mensajes de ánimo y fuerza que envían para acá!



¡ACLARACIÓN! Muchos ya ven esto similar a lo de Pompeya, pero por el momento, estamos lejos de eso.

- El volcán Vesubio está muy cerca de Pompeya (unos 16,9 kms), por lo que, al hacer erupción, sepultó a la ciudad casi al instante. Bariloche, Villa la Angostura y demás ciudades afectadas, están mucho más distantes al volcán Puyehue (800 kms aproximadamente)
- En Pompeya no solo cayó lava, ceniza y demás; muchos gases tóxicos fueron causantes de varias muertes. Acá si bien se pide usar barbijos, y respirar lo menos posible lo que cae, es algo precautorio, pues se comunicó que tanto la arena como la poca ceniza que cayó no contenían componente tóxico alguno.
- La erupción del Vesubio y la desaparición de Pompeya fueron hechos ocurridos en cuestión horas; hasta hoy, van cuatro días desde la caída de arena, nada similar ha ocurrido, y se habla inclusive de una baja de presión del volcán, suponiéndose poco probable que se reactive tanto como hace unos días...

(No sé si necesitaré más razones para justificar lo que digo, pero si hay más, ¡bienvenidas son!)