Una de las películas favoritas de quien
escribe es sin dudas L’Argent, de 1928 y dirigida por Marcel L’Herbier. Fue una
de las primeras que ví, y a pesar de su duración, no me resulta agotador
mirarla completa. La descubrí en 2010, en el ciclo televisivo Filmoteca,
transmitido por Canal 7 de Argentina.
La producción de más está decir
que es monumental, y por lo que he leído en numerosas críticas encontradas en
internet, fue de las más costosas de entonces. La superproducción implicó
filmaciones dentro de la Bolsa de París, elegante vestuario y la utilización de
tomas poco utilizadas entonces. El resultado fue una película de dos horas y
media de duración, que a pesar de ser considerada hoy casi una reliquia,
lógicamente no tuvo gran éxito en su época. No habían premios para otorgar
-parece- al cine por aquel entonces, sino seguramente habría recibido alguna
distinción de todas formas.
Un punto a considerar es la importancia con la que contaba la aviación entonces. Los aviones eran la nueva sensación, y sin dudas un avance importantísimo. Un tiempo antes de esta película, Charles Lindbergh había realizado la proeza de cruzar el Océano Atlántico sin escalas. Cosa similar es la que realiza Jacques Hamelin en L'Argent, siendo uno de los personajes principales, y girando buena parte de la historia alrededor de un viaje en avión.
Un punto a considerar es la importancia con la que contaba la aviación entonces. Los aviones eran la nueva sensación, y sin dudas un avance importantísimo. Un tiempo antes de esta película, Charles Lindbergh había realizado la proeza de cruzar el Océano Atlántico sin escalas. Cosa similar es la que realiza Jacques Hamelin en L'Argent, siendo uno de los personajes principales, y girando buena parte de la historia alrededor de un viaje en avión.
Si bien está basada en una obra de
Emile Zola, gran escritor de fines del siglo XIX, es interesante la visión
sobre el mundo de los negocios y la economía no solo en París sino en el mundo
en 1928, justamente un año antes de la crisis mundial, aunque el estreno fue en
enero de 1929. Se muestra una actividad bursátil intensa, con hombres de
negocios agitados y atentos a lo que ocurre en otras bolsas del mundo, pendientes
de lo que un negocio petrolero pudiese generar. Todo apunta a que, en aquel
entonces, nadie habría sospechado que en poco tiempo llegaría una de las crisis
económicas más duras de la historia. Y sin dudas que la adaptación de Marcel
L’Herbier se hizo “a tiempo”, pues de haberse realizado unos años más tarde, la
producción habría sido cancelada, y el argumento de seguro se habría
modificado, todo por la sola crisis...
LA HISTORIA
Nicolas Saccard es presidente de
la Banca Universal, uno de los bancos más importantes, sumido en un crisis. En
búsqueda de su recuperación, Saccard acepta financiar el viaje de un mecánico y
aventurero aviador llamado Jacques Hamelin, quien había realizado un viaje al
norte de Sudamérica, a la Guayana Francesa, y había encontrado un petróleo de buena
calidad capaz de ser utilizado en un nuevo combustible.
Jacques está casado con Line, un
hermosa y joven dama que está constantemente acosada por los prestamistas a
quienes debe dinero, cosa que le oculta a su esposo. Line quiere crecer, ser
rica, pero al mismo debe asumir que eso será posible aceptando el viaje de Jacques.
Nicolas Saccard, presidente de la Banca Universal. Hombre de negocios, capaz de llegar a las últimas consecuencias. |
Jacques Hamelin, aviador, aventurero, amante de su esposa y de los desafíos. |
Line Hamelin, hermosa y sensible, siempre junto a Jacques. |
La estrategia de Saccard consiste en aliarse con Hamelin para promocionar el viaje y sacar a la Banca Universal de la crisis, a la vez que planea derrotar a su principal enemigo, Alphonse Gunderman, un hombre de negocios muy poderoso, aliado ahora con la hermosa y distinguida Baronesa Sandorf (si, ¡Brigitte Helm!), antigua amante de Saccard y ahora mujer despechada.
Hamelin viaja, luego de haber sido
nombrado para un cargo muy importante en lo relacionado a lo económico, cosa
que a él poco le interesaba. Line en tanto, triste y sola, empieza a ser
“ayudada” por Saccard, quien aprovecha justamente la situación de la dama para
homenajear a su marido y tratar de seducirla. La seducción en parte resulta,
pues Line se muda a una casa mejor y logra cancelar las deudas que tenía,
aunque de a poco empieza a descubrir quién era Saccard realmente.
La Baronesa Sandorf, hermosa, elegante y distinguida. Ex amante de Saccard, desea su caída. |
Alphonse Gunderman, hombre de negocios. Firme y decidido, siempre con un As bajo la manga. |
Justamente, el banquero montó una gran mentira; en primer lugar, dejó que la gente se informase sobre el exitoso viaje a Sudamérica, pero luego inventó que Hamelin se había estrellado en el océano, algo que lo favoreció en cuanto a las acciones bursátiles. En realidad, las cosas marchaban bien en la Guayana; se estaba trabajando en el yacimiento petrolífero y bien, pero Jacques de a poco se estaba quedando ciego.
Line supo la verdad luego de
presionar a Saccard, quien a pesar de confesarle no solo que Jacques estaba
vivo, sino también lo que sentía por ella, no pudo evitar el actuar de la dama
en su contra. Aliándose con la Baronesa Sandorf, quien le advirtió que Saccard
estaba aún en crisis y que podía demandarlo, y con Gunderman, quien ya se
preparaba para no caer en crisis también, Line logró llevar a juicio a Saccard,
aunque esto también implicó que su marido, ahora completamente ciego, pasara un
tiempo en prisión.
El litigio se llevó a cabo, y se
consideró a Saccard culpable, por haber realizado mal su desempeño al frente de
la Banca Universal, y por haber engañado a Jacques Hamelin y mentido a todos.
Igualmente Nicolas Saccard empieza a pensar, en prisión, su próximo plan.
Sandorf y Line. Las damas del film. |
La Baronesa y La Prestamista. Aparentemente, enemigas en un pasado que ni Zola ni L'Herbier aclaran. |
Como pueden ver, la historia es
bastante larga, pero apasionante. Los personajes son pocos, y los secundarios cuentan con diferentes participaciones. Una distinción notable merece Huret, el
amigo periodista de Hamelin, quien lo presenta ante Saccard para convencerlo de
la travesía oceánica, pero además permanece siempre junto a Jacques y Line en momentos clave. En
menor medida, aparecen Mazaud, el ayudante de Saccard, quien acompaña a Hamelin
en su viaje, y sospecha de la caída de su jefe, sin mostrar oposición a ello;
Massías, economista que trabaja para Gunderman, y se opone a la continuidad de
Saccard al frente de la Banca Universal, y La Prestamista (Le Mèchain), un
anciana oportunista cuyas apariciones son tan fugaces que, por lo menos a mí,
no terminan de decirme el propósito de su papel, aunque sí aparece al final,
también celebrando la caída de Saccard, y mirándose con indiferencia con la
Baronesa Sandorf, como si algo hubiese ocurrido antes. En un pasado que la obra
de Zola y la adaptación de L’Herbier no cuentan.
Como dije al principio, es una
larga película, pero interesante a medida que trascurre la historia. Es una
historia intrigante que debe ser observada con detenimiento, pues uno no sabe
qué pasará con la situación de Line y Jacques, con las verdaderas intenciones
de Saccard y sus negocios, o si tanto Gunderman como la Baronesa Sandorf
tendrán papeles determinantes sobre el final.
Una gran adaptación de Marcel
L’Herbier de la novela de Zola, llevada a la pantalla grande sobre los finales
de la Era de Plata del Cine, ya amenazada por el inminente ascenso del cine
sonoro.
¡Comento que está completa en
Youtube!
¡Saludos y gracias!