viernes, 27 de junio de 2014

LAS CANCIONES DE LOS MUNDIALES Y ESA BAILABLE FORMA DE DISFRUTAR EL FÚTBOL





Sin dudas que las canciones de la Copa del Mundo son algo muy comentado en épocas mundialistas. En cada cita o en los días anteriores a la misma son muchos los aficionados que, ahora gracias a internet, buscan cuáles fueron aquellas melodías que encabezaron a su respectiva competencia. Las canciones de los Mundiales aparecen entonces entre esas “curiosidades” o esos datos extradeportivos que igualmente ayudan a apreciar al deporte, a conocer más sobre la historia de la Copa del Mundo, y por supuesto, a crear un “oído crítico”, capaz de evaluar cuáles son las mejores, o las más destacadas. Sin embargo, últimamente ha notado quien les escribe que, por una u otra razón, varios canales televisivos o sitios web comparten canciones que no fueron realmente las “oficiales”, sino otras, pertenecientes al medio televisivo que transmitió la Copa en su momento, o realizadas por alguna empresa en particular, o compuestas por otro músico o banda que igualmente sonaron tanto o más inclusive que aquella que la FIFA -supongo- declara como la “verdadera” u oficial. Ojo, no fueron “falsas”, sino que simplemente no fueron las que FIFA estableció. Por ello no pierden su valor y muchas fueron igualmente trascendentes.
A continuación, un repaso por todas las canciones oficiales de la Copa del Mundo, y una breve mención de quienes le pusieron la voz a un pedacito de esta gran fiesta del fútbol.



No todos los Campeonatos del Mundo de fútbol tuvieron una canción oficial, como así tampoco hubo mascotas desde el principio. Y es que los primeros mundiales fueron simplemente competiciones que, siguiendo el formato de los Juegos Olímpicos, se desarrollaron cada cuatro años para conocer al mejor equipo del mundo. Por supuesto que no existía toda la “pompa” que hay ahora, ni mucho menos tenían la difusión que tienen en la actualidad. La primera canción surgió en Chile, en 1962. Un país que estuvo cerca de no organizar el Mundial, logró superar las expectativas y dar lugar a un gran torneo, con mucha competitividad, estrellas y buen juego. Fueron Los Ramblers quienes compusieron la primera melodía, titulada El Rock del Mundial, y que se convirtió rápidamente en un éxito, a tal punto que la FIFA la estableció como la primer canción de un torneo de estas características. Con un ritmo característico del rock de estos rincones del mundo, como el propio Chile, Argentina y Uruguay -vale remitirse a bandas o artistas como Los Iracundos, Palito Ortega, Donald, Los Ángeles Negros y muchos otros para escuchar algo similar-, pero con ese estilo incomparable de Elvis Presley, la canción trascendió a tal punto que se la recuerda con mucho cariño y como una de las más destacadas.








Cuatro años más tarde, en 1966, en Inglaterra, el escocés Lonnie Donegan le puso la voz a la siguiente canción, llamada World Cup Willie, y que básicamente acompañó a la mascota, el león Willie, que fue la primera de un Mundial. Con un sonido típico inglés, uno puede imaginarse a Lonnie cantándola en un bar previo -o posterior- a un partido de la selección inglesa, finalmente campeona en su propia casa. El clima que se crea escuchándola es por demás festivo, y si bien es muy entretenida, quizás hoy muchos no la recuerdan como deberían.



 




Para México 1970 la canción tuvo sus particularidades. En primer lugar, el título, Fútbol México 70, no decía mucho más, y su estilo cambiaba repentinamente a mitad de la canción. Además de reiterativa, la letra era breve, aunque igualmente recreaba el clima festivo característico de los mexicanos, quienes muy cálidamente dieron la bienvenida por primera vez al Mundial.
Compuesta por Roberto do Nascimento, fue interpretada por los Hermanos Zavala. En verdad no hay mucha información sobre la canción, sobre qué más hizo Nascimento o si los Hermanos Zavala fueron realmente quienes la cantaron. Lo cierto es que no es de las canciones más reconocidas en la actualidad, en comparación con la de México 1986.








Desde la Copa del Mundo en Alemania en 1974 empieza la discordia. O por lo menos en la actualidad existe dicho desacuerdo sobre cuál fue la canción oficial, ya que, según la FIFA, la composición de la artista polaca Maryla Rodowicz, Fútbol, era la melodía de la competición, pero paralelamente, la propia selección germana -del Oeste, ya sabemos la historia-, grabó su propia canción, llamada Fussbal ist unser leben ("El fútbol es nuestro amor"), y que también fue muy importante. Personalmente incluso expresaría que es la segunda la de mayor difusión, por lo menos actualmente. Sabemos qué pasó con la selección anfitriona; derrotó a Holanda en una final que tuvo sus máximas emociones en los primeros minutos de juego, y ganó así su segunda copa. En cuanto a Maryla, continuó con su carrera musical con relativo éxito en buena parte de Europa, e incluso hoy brinda espectáculos recordando sus éxitos.









La historia de la canción de Argentina 1978 es controversial. En principio, desde ya que guarda un sabor amargo por su ritmo militar, acorde con los difíciles y nefastos tiempos que se vivían en el país. Con la junta militar en el poder al momento de llevarse a cabo la Copa del Mundo, la canción por supuesto que no podía diferir mucho del clásico sonido de las marchas militares. Por otra parte, hablando en un sentido musical exclusivamente, la composición del italiano Ennio Morricone es brillante. Si no estuviera opacada por el contexto político -nota: que por lo general puede opacar cualquier cosa-, podría considerársela como una de las mejores canciones de los Mundiales. Su estilo instrumental, con un coro acompañando la melodía principal, le agrega originalidad, y las trompetas, el toque distintivo y emocionante.
Ennio Morricone por supuesto que continuó vinculado a la música, y cobró aún mayor fama al componer la banda sonora de la película Cinema Paradiso, en 1988.








En 1982 se le asignó nada menos que a Plácido Domingo la tarea de cantar el tema del campeonato. Con el clásico sonido de la música española, que a la vez combina algunos elementos de la música árabe, El Mundial aparece como un tema alegre y que corona una Copa del Mundo llena de emociones y buen juego, y que finalmente quedaría en manos de Italia. 
A quienes apreciamos la ópera, ¡no consideremos esto como una mancha en el currículum del gran tenor! Sino por el contrario, veámoslo como otra joya musical del artista.









México contó para la Copa del Mundo de 1986 con dos canciones muy opuestas entre sí. Por supuesto que la más recordada es en español, una de las que más sonó y suena hasta hoy, en especial en Argentina, que guarda grandes recuerdos de la cita mexicana. El Mundo unido por un balón fue escrita por Juan Carlos Abara y publicada en 1984, pero trascendió aún más con el Mundial. De hecho, “el mundo unido por un balón” pasó a ser una frase emblemática y bastante utilizada al momento de referirse al certámen. La canción es muy bailable y alegre, mucho más que su antecesora azteca, pero es difícil de encontrar en internet, y las versiones que hay, no tienen el sonido digno de esta bonita melodía.
Sin embargo, hubo otra canción, que fue ni más ni menos que la oficial de la FIFA. A Special Kind of Hero es sin dudas una de las menos recordadas por los aficionados, quizás por el contraste de la misma, al ser cantada en inglés y tener un ritmo no tan característico del país anfitrión. Stephanie Lawrence hizo, de todas formas, un excelente trabajo vocal, y puso emoción a una melodía con sintetizadores y sonidos comunes en los años 80. Para quienes vieron en DVD o, en el caso argentino, los documentales mundialistas de DeporTV, notarán que la música de fondo no es más que una versión instrumental -y extendida por supuesto- de esta canción, reitero, de las menos trascendentes.
Stephanie Lawrence no tuvo una carrera muy extensa, pero sí muy intensa en la década del 80, en especial en teatro. En los 90 tuvo menos apariciones, y lamentablemente, falleció en el año 2000.









¡Qué decir de la canción de Italia! En 1990 Edoardo Bennatto y Gianna Nannini le pusieron la voz a la mejor canción de la historia de los Mundiales de fútbol. Un'Estate Italiana, o Un Verano Italiano, fue y será la más recordada, la más emotiva, y la más difundida en los medios. Musicalmente hablando, la pieza tiene mucha guitarra, una batería marcada, una base de bajo inconfundible y coros que, a mitad de la canción, realizan una interpretación inolvidable. El video musical -esta canción fue de las primeras en contar con uno- cuenta con Bennato y Nannini cantando entre imágenes del mundial anterior, aunque también se incluyeron escenas de la Eurocopa de 1988, ganada por Holanda, una de las máximas candidatas en 1990 y que sin embargo tuvo una pobre actuación en Italia, cayendo ante Alemania, finalmente campeón, en Octavos de Final.
El dúo cantó el tema en la ceremonia de inauguración, pero no volvió a juntarse. Ambos tenían hasta entonces carreras por separado, aunque quien más ha trascendido luego, sin dudas fue Gianna. La hermana del ex Fórmula 1 Alessandro Nannini es muy reconocida en Italia y otros países europeos, y continúa publicando interesantes trabajos. Edoardo también sigue en la música, con menos difusión que su compañera, pero igual reconocimiento en Europa y obviamente en la Península.








Los recuerdos del Mundial de Estados Unidos 1994 se encuentran divididos, en especial por estos lares. Al quedar Argentina sin Maradona y eliminada ante una brillante Rumania en Octavos -después de caer ante la otra revelación del certámen, Bulgaria-, no se le dio mucha importancia a esta Copa del Mundo. Pasó al “baúl de los malos recuerdos mundialistas” y quizás por ello no solo la copa sino también la canción no tuvieron -ni tienen- mucha difusión, en especial en televisión.
Pero la canción tuvo lo suyo. Daryl Hall, mundialmente reconocido por ser parte del exitoso grupo soulero Hall & Oates junto a John Oates, es verdad, ya no atravesaba un gran momento musical en los 90, pero de todas formas no se negó a componer la melodía oficial. Así nació Gloryland, un tema que, a pesar del olvido, tiene su parte emocionante. La voz de Hall es acompañada por el coro y fue presentada en la inauguración de la Copa -obviemos el acontecimiento del arco que se partía en dos, en donde la otra cantante tiró la pelota afuera, ¡por favor!-. Sin embargo Glory, la versión instrumental es aún mejor, y por qué no, de las mejores. El solo de saxofón acompaña a la misma melodía de la versión original aunque esta vez no hay voces principales, sino el saxo y de vez en cuando, un grito de gol de fondo. Al final, sí aparece un coro que repite que “estamos en la Tierra de Gloria”.
Daryl Hall ha continuado como solista, ya sin el éxito de sus años dorados, pero se juntó con Oates y volvieron al ruedo como el dúo dinámico que supieron ser.









El Mundial de Francia 1998 será recordado por muchas cosas, pero en especial, para muchos, por La Copa de la Vida de Ricky Martin. No tan brillante como la de Italia 90, rompió con los esquemas al ser quizás la primer canción “pegadiza”, con un ritmo capaz de hacer bailar a cualquiera. Y no falló. Tanto la versión en inglés como la versión en español tuvieron gran recibimiento y enorme difusión, como para redondear un certámen que estuvo lleno de goles, colores y emociones.
Pero, existió otra canción, que en su momento se la consideró como el tema “de Francia”, y no el oficial. Es verdad, no fue el oficial de la FIFA, pero creo que lo merecía. Youssou N’Dour, el famoso cantante senegalés, le puso la voz a una bonita canción, La Cour Des Grands, haciendo dúo con la cantante belga Axelle Red, de renombre en el Viejo Continente. A pesar de no contar con una versión en español, de todas formas el francés le aporta al tema un toque único y, a pesar de no ser tan bailable, o pegadiza como la de Ricky, tiene sus puntos a favor. Queda la discusión sobre si merecía algo más o no. Por lo pronto, es poco recordada actualmente. Y tanto Youssou como Axelle continuaron con sus carreras musicales, aunque N’Dour ha tenido actividades extramusicales, siendo por ejemplo nombrado embajador de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y Agricultura) en 2000.









El otro gran olvidado, aunque personalmente adhiero a la intención de borrarlo de la memoria, es el mundial del 2002, en Corea del Sur y Japón. Para variar, hubo más de una canción, y ninguna fue un “boom”. Justamente así, Boom, se llamó la canción que Anastasia presentó para esta cita mundialista, y aún con la difusión radial y televisiva, no fue un gran éxito. Por otra parte, se discute aún hoy si es la oficial o no. En aquel Mundial también el archireconocido Vangelis presentó la suya, Anthem, claro que con aún menos trascendencia. Existe la discusión, pues la del griego, era la música oficial, pero muchos hasta el día de hoy consideran a la pieza de Anastasia como la “verídica”.






 


Los alemanes siempre se han caracterizado por su prolijidad al momento de organizar eventos como una Copa del Mundo, pero con la canción escogida para la competición, literalmente tocaron fondo. El Mundial de Alemania 2006 tuvo tantas canciones, y tan intrascendentes en su mayoría, que decir que The Time of our Lifes, la pieza de Il Divo junto a Toni Braxton fue la oficial de la FIFA, suena realmente desalentador y decepcionante. Sin ofender a los fans de Il Divo y de Toni, por supuesto.








En 2010 la cosa también implicó un poco de polémica. Wavin’ Flag, del músico somalí K’Naan, fue la música con la que la empresa Coca Cola se anticipó a todos, y prácticamente se autoproclamó como la melodía del Mundial. El éxito fue casi instantáneo y no tardaron en aparecer versiones del músico con otros artistas, como David Bisbal, con quien realizó la versión en español, aunque manteniéndose el estribillo en inglés, interpretado por K'Naan.
Muchos incluso se confundieron y tomaron a la canción como la oficial, pero aún la FIFA no había anunciado a la ganadora. Y ésta, finalmente, sería Waka Waka de Shakira. Personalmente, la canción de K’Naan tenía mejor ritmo que la de la colombiana, y era bastante más emotiva. Pero Shakira se impuso con una canción que, lejos de ser la mejor de la historia de las Copas del Mundo, supo posicionarse entre los aficionados, quienes hasta hoy la recuerdan con cierto...¿cariño? Lamentablemente, hubo aún más canciones, todas con la intención de ser la oficial, o el himno que sonaría durante el Mundial, pero como mucho, se ubicaron como cortinas de televisión, o ni siquiera eso.









 Y cerramos con la música del Mundial de Brasil 2014, que estuvo a cargo de Pitbull. Junto a Jennifer Lopez y Claudia Leitte le pusieron la voz a "We Are One (Ole Ola)". Para empezar, ellos solamente hicieron la parte vocal, ya que la canción fue compuesta y producida por seis personas diferentes. Por otra parte, el sonido no dista de una canción “común” del mismo estilo/artista que puede sonar en la radio, lo que da a entender que tampoco tiene mucha originalidad. Puede ser bailable, pero no es una canción brillante. Para colmo de males, Coca Cola, Shakira y Ricky Martin también hicieron nuevas canciones, aunque esta vez no ganaron el voto de la FIFA.



 Así culmina el repaso por todas las canciones de los Mundiales de fútbol. ¿Cuáles son sus favoritas? ¿Cuáles no?

martes, 4 de marzo de 2014

LA PREVIA DEL MUNDIAL. ¿INFLUYEN REALMENTE LOS AMISTOSOS?


Sergio el Kun Agüero mueve el balón ante rivales de Bosnia-Herzegovina. 2013.


La selección argentina de fútbol se prepara para enfrentar a Rumania en lo que será su primer amistoso de 2014, previo a la Copa del Mundo de Brasil. Ya a fines de 2013 el combinado albiceleste jugó ante Ecuador y frente a Bosnia, futuro rival en el grupo F. Los resultados -0 a 0 y 2 a 0 respectivamente-, no sorprenden si se trata de un equipo que no jugó con sus máximas estrellas, pero que se supone incluyó a varios nombres que tienen prácticamente el puesto asegurado, por lo que las dudas en su momento aparecieron, y continuarán, según el resultado de este próximo cruce ante Rumania. Los amistosos previos a un Mundial, ¿influyen? ¿cuánto influyen? Pero en el caso de Argentina, ¿por qué casi siempre toca jugar ante rivales que no son potencias?
Todas las selecciones que participan en un Mundial sufren pequeñas “¿crisis?” previas al mayor certámen del fútbol mundial. Crisis que en realidad, tienen más que ver con una cuestión periodística, con rumores sobre qué jugadores van a estar presentes, quiénes no, y quienes deberían hacerlo, o no. Son crisis que en realidad se ven acrecentadas por el palabrerío mediático, y que culminan recién semanas antes del comienzo de la verdadera acción. Es que el tiempo pasa realmente volando, y de la inactividad lógica de diciembre, enero y febrero, aparece cierto “apuro” de parte de entrenadores y directivos para dejar al equipo al 100% de cara a la cita mundialista. Se llaman jugadores, se empiezan a descartar otros, y se planean amistosos con otros equipos. La selección argentina ya tiene confirmados al menos dos amistosos, uno de los cuales se llevará a cabo en menos de 24 horas, ante una selección eslava que supo saborear la gloria hace 20 años atrás, pero que después de Francia 1998 no ha logrado volver a clasificar al Mundial.
Pero vayamos más atrás en el tiempo. Argentina ha jugado con equipos de gran nivel en los años previos a los mundiales, pero esto no siempre ha sido así, en especial en los últimos años. Las figuritas repetidas parecen ser, Alemania e Italia. El conjunto germano ha sido rival de la albiceleste antes de Corea-Japón, antes de su propio torneo en 2006, y más recientemente, en 2012, cuando el combinado argentino ganó por 3 a 1. Por el lado de la azzurra, fue rival de Argentina antes de Corea-Japón, y más cerca en el tiempo, en 2013, para homenajear al Papa Francisco, en un amistoso que se llevó a cabo en Roma, y que culminó con triunfo argentino por 2 a 1. Podemos contar la serie de amistosos ante Brasil en 2011, con ciertos fracasos, y aquel dudoso 4 a 1 ante la recientemente consgrada España, en 2010, pero la referencia es tanto hacia los partidos jugados en el año del Mundial, como en los de eliminatorias
La ya desaparecida Yugoslavia, Escocia, Hungría, Argelia, Gales, Croacia, completan una lista que incluye a una Francia venida a menos después de su consagración de local, y a la que la selección nacional derrotó en un amistoso en 2009, previo a Sudáfrica 2010, con un gol de Lionel Messi. Dichos nombres, es claro, no deben ser menospreciados, ni subestimados, pero no se comparan con España, Inglaterra, Italia, Alemania, Holanda, Uruguay y Brasil. Y podemos incluir en un segundo plano a Portugal, Colombia, Suiza, y la eliminada Suecia. Pero los rivales de Argentina, ¿sirven realmente para prepararse para una Copa del mundo? Otros seleccionados hacen lo propio con equipos incluso más difíciles; sin ir más lejos, el caso de Chile, que luego de volver a derrotar a Inglaterra en Wembley -esta vez con dos goles de Alexis Sánchez-, jugará ante Alemania, quizás la máxima potencia del momento, y Brasil, a quien según la prensa, la historia, y por qué no la suerte, podría volver a enfrentar en octavos de final. Nada está dicho, pero la Roja consiguió dos rivales realmente de peso. Por ver otros ejemplos, Ecuador y Paraguay -que no estará en Brasil 2014-, hicieron lo propio en 2013, con diferente suerte ante Alemania, y mientras los ecuatorianos cayeron por 4 a 2, los guaraníes estuvieron a minutos de vencer a los germanos, en un interesante partido que culminó igualado 3 a 3. España e Italia jugarán entre sí, y lo propio harán Francia y Holanda. Brasil, el anfitrión, enfrentará a Sudáfrica, y si bien la verdeamarela tampoco es de jugar con rivales de gran nivel antes de cada competencia internacional, sus rivales suelen dar alguna que otra sorpresa, pero muy rara vez.

Argentina enfrentó a Italia en 2013, para homenajear al Papa Francisco.

Chile repitió hazaña ante Inglaterra. 2 a 0 en 1998 y en 2014.

Brasil, otra potencia futbolística que no suele jugar amistosos ante equipos de gran nivel.

En la Copa del Mundo, el panorama cambia. ¿A qué o a quién culpar? En 1998, Argentina tuvo en Francia su primer gran compromiso ante Inglaterra, y todo se definió por penales, en cuartos de final, Holanda fue superior. En Alemania 2006, la albiceleste empató en primera ronda justamente con los naranjas, y en cuartos de final, nuevamente, se quedó con las manos vacías tras perder por penales con el anfitrión. Y más cerca, en Sudáfrica, el conjunto nacional accedió sin problemas a la segunda ronda, para caer ante una fuerte Alemania en una paliza casi histórica. Sería incorrecto culpar a los amistosos previos, pero no puede negarse que nunca está de más, de cara a una competición tan importante como un mundial de fútbol, llevar a cabo una correcta preparación enfrentando a aquellos seleccionados “potencias”, “de nivel”, “de renombre”. Y si bien en algunos casos se atraviesan eliminatorias exhaustivas, los partidos que siguen, por más amistosos que sean, son desafíos, y mejor si son contra equipos importantes, ya que de esta forma podría verse el accionar de los grandes en plena Copa del Mundo.
En muchos casos suele decirse que los amistosos no dicen nada importante, y que la hora de la verdad llega recién en el torneo principal, pero esto tiene su parte de mentira, y su parte de verdad.

- No es verdad que los amistosos influyen: Porque en el Mundial se puede obtener un resultado adverso ante un rival enfrentado anteriormente, y se puede ganar o perder frente a una potencia.
- Es verdad que los amistosos influyen: Porque si la selección pierde, comenzarán a re/surgir dudas, se plantearán varios esquemas e incluso se pensará en un equipo alternativo, todo esto con menos tiempo, y el Mundial más cerca; la prensa jugará su papel, y comenzarán a pedirse cambios de diversa índole.

Se puede jugar contra quien se quiera, o mejor dicho, contra quien se pueda. Es relativo decir que los grandes jugará antes los grandes siempre, y que los chicos lo harán ante los chicos. Esto varía, pero un gran obstáculo debería aparecer en el camino de cada selección "candidata" para ayudarle en la preparación previa al Mundial. Y en el caso de Argentina, es realmente necesario. En una historia que parece no tener fin, y que lleva y llevará a un ilimitado número de opiniones, Argentina enfrentará a Rumania de cara al Mundial de Brasil 2014. Y esa, por ahora, es la única verdad. El resultado de este partido dirá algo relevante, o no, luego de culminados los 90 minutos.

jueves, 6 de febrero de 2014

UN POCO DE MÚSICA: EL ESPEJISMO DE FLEETWOOD MAC





Mirage fue el tercer disco de estudio que Fleetwood Mac lanzaría con su formación “clásica” de Mick Fleetwood, John McVie, Christine McVie, Lindsey Buckingham y Stevie Nicks. Lejos de los “archivendidos” Rumours (1977) y Tusk (1979), y del estilo de Fleetwood Mac (conocido como el Disco Blanco, de 1975), este particular trabajo vería la luz en 1982, y resultaría quizás el más criticado de la banda con la formación ya mencionada, y por qué no el menos exitoso de dicha etapa, aunque esto es realmente relativo.
Si bien los primeros (y triunfantes) álbumes en solitario de Buckingham (Law & Order) y Nicks (Bella Donna) estaban aún frescos, 1981 marcaría el planteo de regresar al estudio para grabar con el resto de la banda lo que sería la siguiente obra final. Teniéndose en cuenta algunos demos descartados de los trabajos de Lindsey y Stevie, Mirage sería grabado en Francia, en el estudio Château d'Hérouville, utilizado también por Elton John, Pink Floyd, Iggy Pop y David Bowie entre otros artistas. Extensas jornadas de grabación, y un ambiente no tan distinto al de la época de 1977 o 1979 formarían parte de un proyecto que, sin embargo, no daría los frutos esperados, pues si bien Mirage tendría un relativo éxito en las ventas, hoy en día tan solo Gypsy, gran y hermosa canción de Nicks, es la más recordada. Pero no hay que olvidar que otros singles, en su momento, fueron bastante bien posicionados, y que las canciones gozan de una exquisita calidad que, al parecer, no alcanzó.
Mirage -Espejismo-, como se dijo, comenzó a partir de descartes tanto de los primeros trabajos en solitario de Lindsey Buckingham y de Stevie Nicks, aunque quizás es innnegable también la influencia de Tusk, y los descartes del mismo. Al contar Buckingham con un importante papel en la producción de este último, no tendría obstáculos para ser pilar fundamental una vez más en la realización del nuevo trabajo. Sin embargo, él mismo diría años más tarde que tanto él como el resto del grupo no sabían lo que hacían, o mejor dicho, qué quisieron hacer en Mirage. Es conocido que las drogas fueron una parte inseparable de la historia del esta exitosa banda, pero al parecer en estos años la influencia de las mismas fue importante, y quedó bien plasmada en la tormentosa y conflictiva relación entre Buckingham y Nicks quienes, a pesar de no llevarse bien en la vida cotidiana, parecían coincidir bastante en un estudio de grabación, pues pese a los estilos diferentes podían cmponer juntos, como equipo. La duda sobre el contenido de Mirage también puede deberse a la cuestión del éxito del disco en sí. En algo que parecía ir de mayor a menor, con Rumours a la cabeza y Tusk después, por lo visto Mirage fue otro ambicioso proyecto que sin embargo no dio los frutos que la banda esperaba. Un espejismo de éxito que no se completó del todo.
Finalizada la grabación, se continuó con la grabación de los videos promocionales. Este es un punto más que importante, ya que la aparición de MTV a comienzos de los 80 llevó a innumerables grupos a grabar videos para llegar a dicho canal, y así aumentar sus ventas, y prestigio. Fleetwood Mac no se quedó atrás, y con el video de Gypsy superó todas las expectativas. Además de contar con la particularidad de ser un estreno mundial, fue el video más costoso grabado hasta entonces. A simple vista no parece gran cosa, más teniéndose en cuenta que posteriormente aparecerían trabajos más impresionantes, pero revisemos lo que se ve en Gypsy: vestuarios diversos, extras, bailarines, calles cortadas para la filmación, efecto de lluvia, la escenografía final en el bosque -quizás lo más costoso-, y muchas cosas más. El otro video, de Hold Me, fue mucho más sencillo; grabado en un desierto, muestra a Christine McVie y a Buckingham como los protagonistas, mientras que John McVie y Mick Fleetwood desentierran diversos instrumentos, y una sorprendente Stevie Nicks posa para un cuadro. Una tercera grabación corresponde a Oh Diane, aunque no se trata de un video oficial, sino de una presentación en un show televisivo de entonces.
Regresando al disco en sí, y antes de pasar al contenido, es interesante la carátula del mismo. Si bien no tiene un motivo en especial, pues muestra a las dos damas de la banda rodeando a Lindsey, con John y Mick en la parte de atrás del álbum, es interesante desde el punto de vista artístico. En una importante combinación de sombras y luces, la portada de Mirage emplea una técnica clásica del Barroco, que justamente se caracterizó en la pintura por el contraste entre luz y sombra. Otro rasgo notable es la posición de los personajes, con Christine y Lindsey contemplándose entre sí, y Stevie abrazando a Buckingham e inclinándose hacia atrás. La obra Judith y Holofernes, de Caravaggio, se asemeja en gran parte a esta representación.

Judith y Holofenes, de Caravaggio. Existe cierta similitud entre esta obra y la carátula de Mirage. El interés de la banda por el arte es innegable.

Christine McVie realiza una muy prolija labor que se vería plasmada en Love in Store y Hold Me (sus más destacadas), Only over you y la pieza final, Wish you were here, éstas últimas bastante similares a Over & Over, incluída en su momento en Tusk. La voz inconfundible y armoniosa de Christine, acompañada siempre por un piano u otros teclados, le dan al álbum el toque fino y delicado.
Stevie Nicks sería la más perjudicada en cuanto a la cantidad de canciones incluídas, cosa que se repetiría en Tango in the Night, aunque en este último caso por otras razones totalmente distintas. Además de la melancólica pero por momentos alegre Gypsy, las otras canciones de la Bella Donna serían That’s Alright (de la época anterior a Fleetwood Mac) y la gran Straight Back. Respecto a la última, si bien existe una pequeña similitud con Sisters of the Moon, también de Tusk, es incluso más potente que ésta, posee más energía, y la capacidad vocal de Nicks se demuestra al máximo. Las armonías de Christine, y la batería de Mick Fleetwood le dan a la canción un ritmo y sonido increíbles, que sin embargo, no parecen haber superado el paso del tiempo.
Lindsey Buckingham es quien se lleva más aplausos, a pesar de que Gypsy fue, como se dijo antes, la más reconocida. Con un gran desempeño en las guitarras, una vez más se coloca a la cabeza del grupo y escribe la mayor cantidad de canciones. Can’t Go Back y Book of Love van casi de la mano, por sus letras pero también por su sobrevaloración. Eyes of the World, incluída en las giras, suena quizás un poco más, al igual que Oh Diane, la más bailable y a la vez la más breve de todo el álbum. Pero la más criticada, sin dudas, es Empire State. De corta duración, y una letra un tanto confusa, es hasta hoy la peor calificada por críticos, fans, y demás. Si bien Lindsey no falla en lo suyo, la canción parece carecer de ¿creatividad? ¿sonido a Fleetwood Mac? ¿una letra más...coherente? Es difícil de explicar, como verán, pero parece que por canciones así, en su momento Mirage no recibió las mejores críticas.
La gira promocional del disco se extendería hasta 1983, año en el que Stevie aprovecharía para publicar su segundo trabajo solista, The Wild Heart, en cuyo tour interpretaría Gypsy. Lindsey retomaría también sus actividades, y Go Insane vería la luz en 1984, al igual que el primer álbum de Christine, de título homónimo. Posteriormente y como se expresó anteriormente, el propio Buckingham declararía que Mirage era el disco más extraño de Fleetwood Mac, y que realmente no llegó a entender qué quisieron hacer durante aquellas grabaciones en Francia en 1982.

Carátula completa de Mirage, con Mick Fleetwood y John McVie completando.

La contradicción final: ¿Fue este trabajo de Fleetwood Mac el más "flojo" de su período más exitoso? En el artículo correspondiente en inglés de Wikipedia, queda en claro que las ventas de Mirage fueron muy buenas, y si bien fueron menores a las de Tusk y mucho más bajas que las de Rumours, no alcanzaron los récords de sus antecesores. Como se sabe, Billboard parece ser quien tiene la última palabra a la hora de decir qué tan exitoso es un disco/una canción, pero en otros países, en especial europeos, y en Canadá, el recibimiento de esta obra maestra fue más que positivo. La recepción por parte de los fans es aún hoy discutible y muy variada, pues distintas opiniones lo ubican aún por debajo de Tusk e incluso de Tango in the Night, que tuvo un relativo éxito en 1987 y que regresó a la banda a los primeros planos después de cinco años, y con trabajos solistas intermedios. Quizás la falta de una versión remasterizada y extendida del mismo aleja más a los fans, pero por su calidad musical, y el hecho de tratarse de Fleetwood Mac, no debería ser tan sobrevalorado.

Les dejo los videos que se realizaron y por supuesto, alguna que otra canción a mi juicio destacada.
¡Saludos!


Gypsy:


Hold Me:


Grabación del video de Hold Me:


Oh Diane:


Straight Back:


Love In Store:

domingo, 5 de enero de 2014

PROPAGANDA EN 1...2...3...4



 
1990 marcó un antes y un después en la historia de la música, no solo por implicar el final de una época tan rica musicalmente como los 80, sino porque, en sí mismo, anticipó parte de lo que sería la década posterior. Y muchas bandas que habían vivido su apogeo en la década más productiva de la música, debían afrontar la nueva era de la mejor forma posible. Pocos realmente tuvieron éxito, y esto determinaría la desaparición de varios grupos hasta nuevas reuniones, ya en la primera década del siglo XXI.
Propaganda. Aquella banda alemana compuesta por dos jovencitas -Suzanne Freytag y Claudia Brücken- y dos muchachos -Ralf Dörper y Michael Mertens- y que había saltado a la fama con su primer álbum, de 1985, A Secret Wish, pero por sobre todo por su gran éxito Duel, había vivido a partir de allí cinco años más de intenso trabajo. O mejor dicho, de incertidumbre. La voz e imagen de Brücken llevaron pronto a la cantante a dejar el grupo para iniciar su carrera solista, y con la vista puesta en un nuevo trabajo de estudio, la falta de la voz principal presentaba un problema, una cuestión que se resolvería previamente a lo que finalmente sería el segundo álbum, titulado simplemente 1234, y publicado en 1990.

GRABACIÓN
Quizás la tarea fue tarea más sencilla de lo esperado. Pero la década del 80 había creado numerosas alianzas, y diversas posibilidades de trabajo en conjunto entre miembros de distintas bandas. Y esto fue aprovechado por Michael Martens, a la postre el único miembro de Propaganda que ha permanecido desde la formación del grupo hasta la actualidad. Alemania, quizás uno de los puntos más importantes de encuentro de músicos y de trabajadores de la industria, contaba con altas tecnologías y por lo tanto muchos de los estudios más avanzados de grabación y de desarrollo de sistemas de audio se encontraban allí, por lo que Mertens contaba con una ventaja, la misma que seguramente convencería a Chris Hughes y a Ian Stanley -ambos mundialmente reconocidos por sus respectivos trabajos con Tears For Fears- y al productor Peter Krick, a trabajar con el grupo alemán.
Derek Forbes y Brian McGee, dos ex Simple Minds que habían abandonado el grupo escocés en los primeros años de la década del 80, se habían unido a Propaganda para el World Tour de 1985, en el bajo y la batería respectivamente. Habían permanecido cerca de la banda entonces, pero esta vez tendrían una labor más importante, como la de pasar a ser músicos de sesión, y participar por lo tanto de las grabaciones del nuevo disco. Ralf Dörper ya había escrito algunas letras con Mertens, pero previo a las grabaciones, decidió alejarse del proyecto. Con Brücken fuera, la única dama, Suzanne Freytag, optó por colaborar aportando su voz para algunas canciones, pero no fue la voz principal. Y dicho rol recayó entonces en la estadounidense Betsi Miller, de poco renombre en el ambiente, pero una voz lo suficientemente dulce y convincente -y desde ya diferente a la de Claudia- como para asumir la tarea. No fue Mertens quien la llamó para audicionar, sino la propia Suzanne, quien a través de un amigo había oído sobre la joven americana, residente en Alemania. Para 1988 la mayor parte de las canciones ya existía, pero lo definitivo se grabaría recién entre 1989 y 1990, en Düsseldorf, hogar de Mertens, y como no hubo grandes complicaciones, el equipo logró el objetivo, publicado en la segunda mitad de 1990 bajo el nombre de 1234 y cuyo primer sencillo, Heaven Give Me Words, vio la luz ese mismo año (NOTA: Sepan disculpar que no he encontrado aún las fechas exactas de publicación de cada cosa, pero aún estoy buscando).

Propaganda en 1990: Brian McGee, Derek Forbes, Betsi Miller y Michael Mertens.

¿FRACASO? NO EN ESTE RINCÓN DEL MUNDO
No puede considerarse que 1234 tuvo una gran recepción, menos teniéndose en cuenta que 1990 fue, como se expresó al principio, un antes y un después en la música, y por lo tanto la crítica estaba enfocada en otros asuntos. “Falta de interés” creo que es la expresión más apropiada, ya que el álbum no cuenta tampoco con las calificaciones suficientes como para encuadrárselo definitivamente dentro de lo “bueno”, lo “malo”, o lo “irregular”. Está muy sobrevalorado, quizás menos que A Secret Wish (y también como muchos trabajos, casualidad o no, de los grupos y músicos de mi preferencia, opinando subjetivamente, claro está). Puede ser notablemente inferior a su antecesor, pero tampoco posee una baja calidad. Michael Mertens trabajó muy bien en cada detalle, y la colaboración de músicos expertos como Forbes y McGee, y de productores talentosos como Hughes y Stanley obviamente se hizo notar. ¿Y Betsi? Su labor también es ampliamente notable, y abrió la puerta a la posibilidad de pensar en más de una voz principal para Propaganda, sin tratar de dejar en el olvido la interpretación de Claudia Brücken.
En resúmen, la recepción no fue la mejor, y si bien canciones como Heaven Give Me Words, Only One Word -con la participación de David Gilmour en el solo-, Your Wildlife y Wound In My Heart sonaron bastante en las radios de todo el mundo, al parecer no lo hicieron de manera suficiente. Pero la última canción mencionada marca una particularidad. Aquella conocida por muchos. Wound In My Heart -Herida en mi corazón- llegó a lo más alto de las listas en Argentina en 1990, convirtiéndose de esta forma en el único Número 1 “real” de Propaganda, superando incluso a la reconocida Duel. Por extraño que suene, hasta la fecha Duel continúa siendo la más mencionada, pero Wound In My Heart tiene su valoración en el país del sur, sonando aún hoy. Y ante la inminente desaparición de los ránkings de música “extranjera” -hoy en las radios sólo se escuchan listas de “éxitos” nacionales de la actualidad-, más valor tiene todavía su ascenso al primer escalón en aquel entonces. En este rincón del mundo, un día Propaganda fue lo más escuchado. Y aquello que se escuchó, provenía de 1234.

DESPUÉS...POCA PROPAGANDA
El fracaso del álbum llevó a Michael Mertens a disolver Propaganda. McGee y Forbes iniciaron diversos proyectos solistas y con otros grupos -el segundo retornó a Simple Minds en 1997 y se marchó dos años después-, mientras que Betsi Miller se casó con Chris Hughes y abandonó la música. Michael se reunió nuevamente con Suzanne y Claudia para grabar nuevas canciones, y algunas nuevas versiones de sus clásicos en la segunda mitad de los 90, pero la reunión no tuvo el éxito suficiente como para seguir adelante, como Freytag expresó en una entrevista posterior. Brücken se unió a Paul Humphreys -reconocido por su gran labor en OMD- y formó OneTwo, grupo que si bien no prosperó, dejó varias canciones interesantes, algunas de ellas grabadas previamente por Propaganda en la reunión “noventosa”. Las últimas reuniones reales mostraron variaciones entre los miembros originales; Mertens y Brücken mantuvieron el nombre de la banda; luego la alineación original -con Ralf Dörper- se reunió en 2004 para interpretar Dr. Mabuse en Wembley, en un show homenaje a Trevor Horn, quien influyera en la formación del grupo alemán. Y luego de un par de apariciones televisivas, Mertens se unió a Freytag. Hasta hoy, puede verse en youtube principalmente que Claudia Brücken realiza shows con la participación de algún que otro miembro de Propaganda, en especial Suzanne.

Foto promocional de la banda

VALORACIÓN MUSICAL
1234 combina ritmos europeos, americanos y británicos, como expresara en su momento Derek Forbes. Es innegable la orientación pop del álbum, y se mantienen algunos sonidos del synth-pop que caracterizaran al grupo en sus primeros tiempos. Es difícil saber si el disco influyó en algo o en alguien.
La voz de Suzanne Freytag inicia la primer canción, Vicious Circle, como en A Secret Wish, aunque aquí lo hace luego de una introducción musical, y recitando una estrofa de autoría del grupo -y no un poema, como en Dream Within A Dream-. Aparece posteriormente en medio de Ministry of Fear, y nada más. Betsi Miller por su parte realiza interesantes interpretaciones vocales a lo largo de todo el álbum, pero es en Vicious Circle, Heaven Give Me Words, Wound In My Heart y Your Wildlife en donde más sobresale, en especial por los coros. Sin embargo, la joven no canta en todas las pistas, ya que tres de ellas son prácticamente instrumentales.
La parte instrumental justamente es otro aspecto para destacar. Los sintetizadores y teclados son fundamentales, pero el bajo de Forbes y la batería de McGee también tienen su importancia. Es en La Carne, La Morte e Il Diávolo en donde los sintetizadores se dedican a cerrar el álbum de forma sutil y elegante, dejando atrás lo violento de Ministry of Fear y lo ¿“meloso”? de Wound In My Heart. De casi 6 minutos, La Carne, La Morte e Il Diávolo es más que intrigante, con la participación de instrumentos de cuerda y las claras influencias de la música clásica.
Quizás los puntos más flojos de 1234 son Vicious (Reprise) y Ministry of Fear. El primer caso es apenas poco más de un minuto con algo similar a la introducción de Vicious Circle, mientras que el segundo caso es más complejo, ya que si bien cuenta con un poco más de ritmo, en sus casi 7 minutos y 20 segundos poco tiene para decir. Voces distorsionadas, sonidos fuertes y temporales recorren la larga duración de una pieza compuesta por Mertens y Forbes. Los puntos más altos, son las canciones más reconocidas, aunque la primera pista, Vicious Circle, es realmente fascinante. A la introducción musical se le suma la voz de Suzanne Freytag, quien luego cede su lugar a Betsi, que a su vez acompañada por los coros anticipa un cambio radical en la canción, que bien puede parecerse a The Friends of Mr. Cairo de Jon & Vangelis, para luego retomar el sonido más “Propaganda”.
La autoría de las canciones muestra una participación mucho más activa de los miembros del grupo, a excepción de Brian McGee. Derek Forbes escribió Only One Word y How Much Love, y Ministry of Fear junto a Michael Mertens, y colaboró en las demás; Ian Stanley y Chris Hughes -que ya no formaban parte de Tears For Fears para aquel entonces- trabajaron en Heaven Give Me Words y Your Wildlife, y Howard Jones -si, el de “What is looooooooove”- tuvo una notable actuación en estas mismas canciones. Betsi Miller tuvo su papel en gran parte del álbum. Ralf Dörper dejó su marca en aquellas piezas que escribió junto a Mertens -Vicious Circle, Only One Word y Wound In My Heart-. Se supone, o por lo menos eso dice Mertens, que la mayoría de las canciones de 1234 ya habían sido escritas entre 1987 y 1988, y que Ralf Dörper y Betsi Miller junto a Derek Forbes fueron quienes más participaron en la composición de las letras, antes y durante las grabaciones, respectivamente. Se supone que existen maquetas de muchas de las canciones, y más de alguna presenta versiones alternativas, pero lamentablemente no están todas disponibles, y por Internet, apenas pueden conseguirse remixes y versiones más cortas o largas, pero no aquellas grabaciones de 1987 y 1988.

En resúmen, Propaganda se arriesgó con 1234, y lamentablemente, no tuvo los resultados esperados, a pesar del buen equipo que se formó para dar vida al segundo -e increíblemente último, hasta la fecha- disco de estudio. Con un sonido por momentos similar a su antecesor, A Secret Wish, posee elementos totalmente nuevos y que son parte del fin de una era musical en donde los sintetizadores y el pop aún podían combinarse para crear interesantes obras. Puede discutirse si 1234 es mejor que A Secret Wish, pero puede asegurarse que es diferente, y que definitivamente no es malo, a pesar de contar -como todo- con sus respectivos puntos bajos, que afortunadamente en este caso no son muchos.
Les adjunto las principales canciones de este particular álbum.


Heaven Give Me Words


Only One Word



Vicious Circle


Wound in my Heart