Sin dudas que las canciones de la
Copa del Mundo son algo muy comentado en épocas mundialistas. En cada cita o
en los días anteriores a la misma son muchos los aficionados que, ahora gracias
a internet, buscan cuáles fueron aquellas melodías que encabezaron a su
respectiva competencia. Las canciones de los Mundiales aparecen entonces entre
esas “curiosidades” o esos datos extradeportivos que igualmente ayudan a
apreciar al deporte, a conocer más sobre la historia de la Copa del Mundo, y
por supuesto, a crear un “oído crítico”, capaz de evaluar cuáles son las
mejores, o las más destacadas. Sin embargo, últimamente ha notado quien les
escribe que, por una u otra razón, varios canales televisivos o sitios web
comparten canciones que no fueron realmente las “oficiales”, sino otras,
pertenecientes al medio televisivo que transmitió la Copa en su momento, o
realizadas por alguna empresa en particular, o compuestas por otro músico o
banda que igualmente sonaron tanto o más inclusive que aquella que la FIFA
-supongo- declara como la “verdadera” u oficial. Ojo, no fueron “falsas”, sino
que simplemente no fueron las que FIFA estableció. Por ello no pierden su valor
y muchas fueron igualmente trascendentes.
A continuación, un repaso por
todas las canciones oficiales de la Copa del Mundo, y una breve mención de quienes le pusieron la voz a un pedacito de esta gran fiesta del
fútbol.
No todos los Campeonatos del Mundo
de fútbol tuvieron una canción oficial, como así tampoco hubo mascotas desde el
principio. Y es que los primeros mundiales fueron simplemente competiciones
que, siguiendo el formato de los Juegos Olímpicos, se desarrollaron cada cuatro
años para conocer al mejor equipo del mundo. Por supuesto que no existía toda
la “pompa” que hay ahora, ni mucho menos tenían la difusión que tienen en la
actualidad. La primera canción surgió en Chile, en 1962. Un país que estuvo
cerca de no organizar el Mundial, logró superar las expectativas y dar lugar a
un gran torneo, con mucha competitividad, estrellas y buen juego. Fueron Los
Ramblers quienes compusieron la primera melodía, titulada El Rock del Mundial,
y que se convirtió rápidamente en un éxito, a tal punto que la FIFA la
estableció como la primer canción de un torneo de estas características. Con un
ritmo característico del rock de estos rincones del mundo, como el propio Chile,
Argentina y Uruguay -vale remitirse a bandas o artistas como Los Iracundos,
Palito Ortega, Donald, Los Ángeles Negros y muchos otros para escuchar algo
similar-, pero con ese estilo incomparable de Elvis Presley, la canción
trascendió a tal punto que se la recuerda con mucho cariño y como una de las
más destacadas.
Cuatro años más tarde, en 1966, en
Inglaterra, el escocés Lonnie Donegan le puso la voz a la siguiente canción, llamada World
Cup Willie, y que básicamente acompañó a la mascota, el león Willie, que fue la
primera de un Mundial. Con un sonido típico inglés, uno puede imaginarse a
Lonnie cantándola en un bar previo -o posterior- a un partido de la selección
inglesa, finalmente campeona en su propia casa. El clima que se crea
escuchándola es por demás festivo, y si bien es muy entretenida, quizás hoy
muchos no la recuerdan como deberían.
Para México 1970 la canción tuvo
sus particularidades. En primer lugar, el título, Fútbol México 70, no decía
mucho más, y su estilo cambiaba repentinamente a mitad de la canción. Además de
reiterativa, la letra era breve, aunque igualmente recreaba el clima festivo
característico de los mexicanos, quienes muy cálidamente dieron la bienvenida por primera vez al Mundial.
Compuesta por Roberto do
Nascimento, fue interpretada por los Hermanos Zavala. En verdad no hay mucha
información sobre la canción, sobre qué más hizo Nascimento o si los Hermanos
Zavala fueron realmente quienes la cantaron. Lo cierto es que no es de las
canciones más reconocidas en la actualidad, en comparación con la de México
1986.
Desde la Copa del Mundo en
Alemania en 1974 empieza la discordia. O por lo menos en la actualidad existe
dicho desacuerdo sobre cuál fue la canción oficial, ya que, según la FIFA, la
composición de la artista polaca Maryla Rodowicz, Fútbol, era la melodía de la
competición, pero paralelamente, la propia selección germana -del Oeste, ya
sabemos la historia-, grabó su propia canción, llamada Fussbal ist unser leben
("El fútbol es nuestro amor"), y que también fue muy importante. Personalmente incluso
expresaría que es la segunda la de mayor difusión, por lo menos actualmente.
Sabemos qué pasó con la selección anfitriona; derrotó a Holanda en una final
que tuvo sus máximas emociones en los primeros minutos de juego, y ganó así su
segunda copa. En cuanto a Maryla, continuó con su carrera musical con relativo
éxito en buena parte de Europa, e incluso hoy brinda espectáculos recordando
sus éxitos.
La historia de la canción de
Argentina 1978 es controversial. En principio, desde ya que guarda un sabor
amargo por su ritmo militar, acorde con los difíciles y nefastos tiempos que se
vivían en el país. Con la junta militar en el poder al momento de llevarse a
cabo la Copa del Mundo, la canción por supuesto que no podía diferir mucho del
clásico sonido de las marchas militares. Por otra parte, hablando en un sentido
musical exclusivamente, la composición del italiano Ennio Morricone es brillante. Si no
estuviera opacada por el contexto político -nota: que por lo general puede
opacar cualquier cosa-, podría considerársela como una de las mejores canciones
de los Mundiales. Su estilo instrumental, con un coro acompañando la melodía
principal, le agrega originalidad, y las trompetas, el toque distintivo y
emocionante.
Ennio Morricone por supuesto que continuó vinculado a la música, y cobró aún mayor fama al componer la banda sonora de la película Cinema Paradiso, en 1988.
En 1982 se le asignó nada menos
que a Plácido Domingo la tarea de cantar el tema del campeonato. Con
el clásico sonido de la música española, que a la vez combina algunos
elementos de la música árabe, El Mundial aparece como un tema alegre y
que corona una Copa del Mundo llena de emociones y buen juego, y que
finalmente quedaría en manos de Italia.
México contó para la Copa del
Mundo de 1986 con dos canciones muy opuestas entre sí. Por supuesto que la más
recordada es en español, una de las que más sonó y suena hasta hoy, en especial
en Argentina, que guarda grandes recuerdos de la cita mexicana. El Mundo unido por un balón fue escrita por Juan Carlos Abara y publicada en 1984, pero trascendió aún más con el Mundial. De hecho, “el mundo unido
por un balón” pasó a ser una frase emblemática y bastante utilizada al momento
de referirse al certámen. La canción es muy bailable y alegre, mucho más que su
antecesora azteca, pero es difícil de encontrar en internet, y las versiones
que hay, no tienen el sonido digno de esta bonita melodía.
Sin embargo, hubo otra canción,
que fue ni más ni menos que la oficial de la FIFA. A Special Kind of Hero es
sin dudas una de las menos recordadas por los aficionados, quizás por el
contraste de la misma, al ser cantada en inglés y tener un ritmo no tan
característico del país anfitrión. Stephanie Lawrence hizo, de todas formas, un
excelente trabajo vocal, y puso emoción a una melodía con sintetizadores y
sonidos comunes en los años 80. Para quienes vieron en DVD o, en el caso
argentino, los documentales mundialistas de DeporTV, notarán que la música de
fondo no es más que una versión instrumental -y extendida por supuesto- de esta
canción, reitero, de las menos trascendentes.
Stephanie Lawrence no tuvo una
carrera muy extensa, pero sí muy intensa en la década del 80, en especial en
teatro. En los 90 tuvo menos apariciones, y lamentablemente, falleció en el año
2000.
¡Qué decir de la canción de
Italia! En 1990 Edoardo Bennatto y Gianna Nannini le pusieron la voz a la mejor
canción de la historia de los Mundiales de fútbol. Un'Estate Italiana, o Un Verano
Italiano, fue y será la más recordada, la más emotiva, y la más difundida en
los medios. Musicalmente hablando, la pieza tiene mucha guitarra, una batería
marcada, una base de bajo inconfundible y coros que, a mitad de la canción,
realizan una interpretación inolvidable. El video musical -esta canción fue de
las primeras en contar con uno- cuenta con Bennato y Nannini cantando entre
imágenes del mundial anterior, aunque también se incluyeron escenas de la
Eurocopa de 1988, ganada por Holanda, una de las máximas candidatas en 1990 y
que sin embargo tuvo una pobre actuación en Italia, cayendo ante Alemania,
finalmente campeón, en Octavos de Final.
El dúo cantó el tema en la
ceremonia de inauguración, pero no volvió a juntarse.
Ambos tenían hasta entonces carreras por separado, aunque quien más ha trascendido
luego, sin dudas fue Gianna. La hermana del ex Fórmula 1 Alessandro Nannini es
muy reconocida en Italia y otros países europeos, y continúa publicando
interesantes trabajos. Edoardo también sigue en la música, con menos difusión
que su compañera, pero igual reconocimiento en Europa y obviamente en la
Península.
Los recuerdos del Mundial de
Estados Unidos 1994 se encuentran divididos, en especial por estos lares. Al
quedar Argentina sin Maradona y eliminada ante una brillante Rumania en Octavos
-después de caer ante la otra revelación del certámen, Bulgaria-, no se le dio
mucha importancia a esta Copa del Mundo. Pasó al “baúl de los malos recuerdos
mundialistas” y quizás por ello no solo la copa sino también la canción no tuvieron
-ni tienen- mucha difusión, en especial en televisión.
Pero la canción tuvo lo suyo.
Daryl Hall, mundialmente reconocido por ser parte del exitoso grupo soulero Hall
& Oates junto a John Oates, es verdad, ya no atravesaba un gran momento
musical en los 90, pero de todas formas no se negó a componer la melodía
oficial. Así nació Gloryland, un tema que, a pesar del olvido, tiene su parte
emocionante. La voz de Hall es acompañada por el coro y fue presentada en la
inauguración de la Copa -obviemos el acontecimiento del arco que se partía en
dos, en donde la otra cantante tiró la pelota afuera, ¡por favor!-. Sin
embargo Glory, la versión instrumental es aún mejor, y por qué no, de las mejores. El
solo de saxofón acompaña a la misma melodía de la versión original aunque esta
vez no hay voces principales, sino el saxo y de vez en cuando, un grito de gol
de fondo. Al final, sí aparece un coro que repite que “estamos en la Tierra de
Gloria”.
Daryl Hall ha continuado como
solista, ya sin el éxito de sus años dorados, pero se juntó con Oates y
volvieron al ruedo como el dúo dinámico que supieron ser.
El Mundial de Francia 1998 será
recordado por muchas cosas, pero en especial, para muchos, por La Copa de la
Vida de Ricky Martin. No tan brillante como la de Italia 90, rompió con los
esquemas al ser quizás la primer canción “pegadiza”, con un ritmo capaz de
hacer bailar a cualquiera. Y no falló. Tanto la versión en inglés como la
versión en español tuvieron gran recibimiento y enorme difusión, como para
redondear un certámen que estuvo lleno de goles, colores y emociones.
Pero, existió otra canción, que en
su momento se la consideró como el tema “de Francia”, y no el oficial. Es
verdad, no fue el oficial de la FIFA, pero creo que lo merecía. Youssou N’Dour,
el famoso cantante senegalés, le puso la voz a una bonita canción, La Cour
Des Grands, haciendo dúo con la cantante belga Axelle Red, de
renombre en el Viejo Continente. A pesar de no contar con una versión en español, de todas formas el francés le aporta al tema un toque único y, a
pesar de no ser tan bailable, o pegadiza como la de Ricky, tiene sus puntos a
favor. Queda la discusión sobre si merecía algo más o no. Por lo pronto, es
poco recordada actualmente. Y tanto Youssou como Axelle continuaron con sus
carreras musicales, aunque N’Dour ha tenido actividades extramusicales, siendo por ejemplo nombrado embajador de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y Agricultura) en 2000.
El otro gran olvidado, aunque
personalmente adhiero a la intención de borrarlo de la memoria, es el mundial
del 2002, en Corea del Sur y Japón. Para variar, hubo más de una canción, y
ninguna fue un “boom”. Justamente así, Boom, se llamó la canción que Anastasia
presentó para esta cita mundialista, y aún con la difusión radial y televisiva,
no fue un gran éxito. Por otra parte, se discute aún hoy si es la oficial o no.
En aquel Mundial también el archireconocido Vangelis presentó la suya, Anthem, claro
que con aún menos trascendencia. Existe la discusión, pues la del griego,
era la música oficial, pero muchos hasta el día de hoy consideran a la pieza de
Anastasia como la “verídica”.
Los alemanes siempre se han
caracterizado por su prolijidad al momento de organizar eventos como una Copa
del Mundo, pero con la canción escogida para la competición, literalmente
tocaron fondo. El Mundial de Alemania 2006 tuvo tantas canciones, y tan intrascendentes
en su mayoría, que decir que The Time of our Lifes, la pieza de Il Divo junto a Toni Braxton fue la
oficial de la FIFA, suena realmente desalentador y decepcionante. Sin ofender a los fans de Il Divo y de Toni, por supuesto.
En 2010 la cosa también implicó un
poco de polémica. Wavin’ Flag, del músico somalí K’Naan, fue la música con la
que la empresa Coca Cola se anticipó a todos, y prácticamente se autoproclamó
como la melodía del Mundial. El éxito fue casi instantáneo y no tardaron en
aparecer versiones del músico con otros artistas, como David Bisbal, con quien
realizó la versión en español, aunque manteniéndose el estribillo en inglés, interpretado por K'Naan.
Muchos incluso se confundieron y
tomaron a la canción como la oficial, pero aún la FIFA no había anunciado a la
ganadora. Y ésta, finalmente, sería Waka Waka de Shakira. Personalmente, la
canción de K’Naan tenía mejor ritmo que la de la colombiana, y era bastante más
emotiva. Pero Shakira se impuso con una canción que, lejos de ser la mejor de
la historia de las Copas del Mundo, supo posicionarse entre los aficionados,
quienes hasta hoy la recuerdan con cierto...¿cariño? Lamentablemente, hubo aún
más canciones, todas con la intención de ser la oficial, o el himno que sonaría
durante el Mundial, pero como mucho, se ubicaron como cortinas de televisión, o
ni siquiera eso.
Y cerramos con la música del Mundial de Brasil 2014, que estuvo a cargo
de Pitbull. Junto a Jennifer Lopez y Claudia Leitte le pusieron la voz a
"We Are One (Ole Ola)". Para empezar, ellos solamente hicieron la parte
vocal, ya que la canción fue compuesta y producida por seis personas
diferentes. Por otra parte, el sonido no dista de una canción “común”
del mismo estilo/artista que puede sonar en la radio, lo que da a entender que
tampoco tiene mucha originalidad. Puede ser bailable, pero no es una
canción brillante. Para colmo de males, Coca Cola, Shakira y Ricky Martin también
hicieron nuevas canciones, aunque esta vez no ganaron el voto de la
FIFA.
Así culmina el repaso por todas las canciones de los Mundiales de fútbol. ¿Cuáles son sus favoritas? ¿Cuáles no?