martes, 7 de junio de 2011

ARENA, CENIZA, LLUVIA...BARILOCHE, MI TESTIMONIO

Bariloche. Una imagen de postal, hoy limpiándosela lo más rápido posible.

   De público conocimiento es a esta altura lo que ha sucedido acá en el sur del país: Erupción del volcán Puyehue en Chile, lluvia de arena sobre las zonas de Bariloche y Villa la Angostura, y en pueblos rurales que debieron ser evacuados inclusive, calles cerradas, bloqueadas, supermercados llenos de gente, complicaciones para conseguir barbijos, tránsito pesado, clases suspendidas, comercios cerrados...
   Fui testigo directo de lo ocurrido, de más está decirlo. Vi cómo el cielo se nublaba, mientras mi perro me avisaba, pero como yo veía que de vez en cuando se volvia a despejar, ignoraba el hecho de que no despegaba su mirada de la ventana. Y cuando se oscureció, ya después de las 16hrs de ese sábado 4, me di cuenta de que mi perro tenía razón. Me puse en contacto con todos: familia, compañeros de la facultad, gente de las redes sociales...entré a mis dos perros, ya empezada la caída de arena, y comenzamos a ver en la tele qué pasaba. Los medios de Buenos Aires se encargaban de brindar la información, claro que las fuentes eran los propios vecinos barilochenses, quienes con mucha amabilidad prestaron testimonio, hablando, o enviando fotos y videos. Acá, solo las radios y compañeros de las redes sociales (a quienes agradezco muchísimo) nos mantenían al tanto a los locales.

Imagen propia, tomada el mismo sábado 4 de junio. Visibilidad cero, patio blanco, ¡y eran poco más de las 19!

   Debo decir que nos apresuramos al decir que era ceniza. A medida que se juntaba, muchos notaron que era ¡arena!, por lo que se dudaba si caería en algún momento ceniza, como ya nos había ocurrido con la erupción del Chaitén, en 2008. El asunto es que, arena o ceniza, la ciudad quedó tapada y, aunque algunos lo nieguen, aislada. De entrada se pidió a la población que transitara lo menos posible, pues la visibilidad en las calles era casi nula. La ruta que comunica con Villa la Angostura, la otra gran golpeada, fue cerrada, los supermercados quedaron desprovistos de agua y otros elementos básicos, el aeropuerto se cerró y rápidamente se anunció la suspensión de actividades escolares y públicas en general.
   No faltaron los que especularon, los que exageraron y los que de verdad se preocuparon; los optimistas y los pesimistas de siempre, los que salían a desmentir todo, y alguno que otro que le echaba más leña al fuego. Digo esto, porque muchos se la agarraron con los que informaban, otros con los que aún no decían nada, y otros con los que estaban por decir algo. Por suerte, también estuvieron los que pidieron calma a la población, al vecino, los que evitaron que la gente entrara en pánico, los que le pusieron una pizca de humor al asunto, y los que simplemente se sentaron a esperar a que la lluvia de arena terminase para ver qué podía hacerse a la mañana siguiente. Tampoco faltaron los vivos que aumentaron algunos precios aprovechando la situación, pero ya fueron descubiertos y, si bien no se dan los nombres a la luz, ya están siendo sancionados.
   El trabajo de despeje de las calles, si bien es intensivo, lógicamente empieza por las partes más céntricas de la ciudad, y el servicio de recolección de residuos opera con normalidad. Lo malo es que, como no es ceniza (que hubo, pero no se notó tanto por la cantidad de arena), lo caído es mucho más difícil de mover, por lo que continuará viéndose por todo Bariloche y alrededores por un buen tiempo.

Trabajos de despeje en calle Mitre.

   Ahora llueve. Y esto complica más la limpieza de calles, y mantiene a escuelas, colegios y universidades, con pocas chances de dictar clases normalmente. Lógico.
   ¿Qué queda ahora? Esperar. Esperar a que cese la lluvia, a que no caiga más nada, y a que se abra el cielo. Los informes meteorológicos hablan de que algo así podría pasar recién el domingo, o el lunes, pero a esta altura, por cómo se dan las cosas, nadie sabe qué puede pasar. En principio, se dijo que la presión había bajado un poco, por lo que la actividad volcánica no pasaría de ésto, y también se desmintieron rumores de posible terremoto, algo que sembró mucho miedo en Villa la Angostura.
Personalmente, espero que toda esta hermosa región del país pueda salir de esto. Y desde ya, ¡muchas gracias a todos por los mensajes de ánimo y fuerza que envían para acá!



¡ACLARACIÓN! Muchos ya ven esto similar a lo de Pompeya, pero por el momento, estamos lejos de eso.

- El volcán Vesubio está muy cerca de Pompeya (unos 16,9 kms), por lo que, al hacer erupción, sepultó a la ciudad casi al instante. Bariloche, Villa la Angostura y demás ciudades afectadas, están mucho más distantes al volcán Puyehue (800 kms aproximadamente)
- En Pompeya no solo cayó lava, ceniza y demás; muchos gases tóxicos fueron causantes de varias muertes. Acá si bien se pide usar barbijos, y respirar lo menos posible lo que cae, es algo precautorio, pues se comunicó que tanto la arena como la poca ceniza que cayó no contenían componente tóxico alguno.
- La erupción del Vesubio y la desaparición de Pompeya fueron hechos ocurridos en cuestión horas; hasta hoy, van cuatro días desde la caída de arena, nada similar ha ocurrido, y se habla inclusive de una baja de presión del volcán, suponiéndose poco probable que se reactive tanto como hace unos días...

(No sé si necesitaré más razones para justificar lo que digo, pero si hay más, ¡bienvenidas son!)

No hay comentarios:

Publicar un comentario