Hace 14 o 15 años atrás, hablar de River jugando la promoción, hubiese sido impensado. Así como decir en algún momento que Racing jamás la jugaría, o San Lorenzo, o algún grande. Pero la realidad es que River hoy, más que nunca, está en esta lamentable situación.
Las actuaciones del equipo no son nisiquiera pésimas. Son horribles. ¿Desde cuándo un equipo grande tiene miedo de cometer errores? ¿Dónde se ha visto que un equipo grande juegue, de local o visitante, todo el tiempo más pendiente de la defensa que de atacar? Esto es lo que River tiene. Síntomas de miedo.
Dicen hoy que River no depende de River; da risa, pero sabemos que si River efectivamente dependiera de sí mismo, perdería. No hay equipo, y ya se ha visto que no siempre va a depender de dos o tres figuras, un delantero goleador, un mediocampista veterano, uno de los mejores arqueros de Argentina…La visión del técnico es, en varios casos, opuesta a la de los hinchas. No importan los periodistas, ni los críticos de fútbol que salen en tele o radio. Acá se trata de los hinchas, de esos que quieren ver al equipo salir de esta situación, jugando tranquilo las últimas fechas, clasificando, después de varios años, a una copa internacional, mas no de aquellos que, con un empate, ya despiden al equipo con silbidos, aunque en la fecha anterior hubierse ganado.
Así se retiró River de la cancha de Olimpo. En silencio, nada más.
JJ definitivamente está equivocado en la táctica. Cuatro fechas sin ganar, y River juega igual. Igual de mal. No genera fútbol, no genera gol, se refugia atrás. Siente la ausencia de Diego Buonanotte, alguien titular e indispensable hasta el campeonato pasado, que hoy es espectador de lujo en el banco, y por tanto, la soledad de un Pavone que se encuentra desorientado en el área, al tener a todo un equipo detrás, y no ayudándolo en la definición. Juega con un Funes Mori que no solo entra en los últimos minutos, sino que además cuando ingresa, a la primer pelota que toca, lo derriban o se cae solo pisando la pelota. Coloca a Lamela como máxima figura, pero el joven está lejos de ser un crack. Y si Lamela es el crack del momento en el equipo, mamma mía…
Y es que uno no pretende ver al River de hace 14 o 15 años atrás, ganador de todo lo que se le cruzaba. Uno quiere ver al River de hoy 2011, jugando bien, lejos de promociones y compromisos avergonzantes. Hasta dónde llegará la realidad, que es increíble escuchar a un referente de Boca, como es Juan Román Riquelme (lejos de las bromas vinculadas a las bajas temperaturas o propagandas de bebidas), diciendo que River no tiene que descender, porque no solo Boca se queda sin clásico, sino porque el fútbol pierde una pieza clave.
Uno lo quiere ver como lo que realmente es desde hace 110 años: Un Grande.
Saludos y gracias.
Fuentes: Diario La Gaceta de Tucumán, fotografía del plantel (¡Gracias!)
Seguramente el nombre no le suena a muchos, salvo a aquellos fanáticos del cine mudo que han visto películas como "Metrópolis". Fritz Rasp fue un gran actor, un excelente intérprete del villano, del delincuente y fantasma, pero que también supo trabajar de bueno.
Autografiada. Fritz en sus años mudos.
Heinrich Fritz Rasp nació el 13 de mayo de 1891 en Bayreuth, Alemania, un pequeño pueblo en donde, entre otras cosas, falleció el músico Franz Liszt, en 1886, y se celebran desde 1876 los Festivales de Bayreuth en homenaje a Richard Wagner.
Siendo muy joven empezó a estudiar teatro en Munich, algo interrumpido con la Primera Guerra Mundial, que obligó a Fritz a entrar en el ejército entre 1916 y 1918. De regreso inició trabajos con Fritz Lang, para realizar varias películas, entre ellas, Metrópolis. Y así apareció “El Hombre Flaco”, der Schemale, the Thin Man, un personaje secundario, pero que lo hizo conocido. Un personaje malévolo, frío, crudo, con sus particularidades, y una breve participación.
El Hombre Flaco de Metrópolis, 1926. Quizás su papel más reconocido.
Después de Metrópolis, Fritz protagonizó varias mudas más, y casi siempre siguiendo el mismo rol de villano, ladrón y criminal. Una de las más destacadas es "Diary of a Lost Girl" (Diario de una Mujer Perdida) de 1928, en donde actúa junto a Louise Brooks, una de las grandes musas de la época del "cine de plata", aunque aquí no es tan malvado. Con la aparición del cine sonoro, sus papeles comenzaron a cambiar, dándole lugar a personajes buenos y simples.
Grundeis, en "Emil y los Detectives" de 1931. Acá hizo de bueno.
Hasta que el nazismo llegó. Y con él, la censura a todo tipo de arte. Las persecusiones, las propagandas acordes a lo que el régimen quería. Pero Fritz siguió trabajando, a pesar de la situación. En 1933 tendría quizás su único papel realmente protagónico, en "Der Judas von Tirol" (El Judas de Tirol), que trata de un campesino que pretendía ser bueno con los demás, pero las circunstancias siempre lo llevaban a ser un verdadero Judas. Otra de las obras que lo tuvo en los primeros planos fue "The Threepenny Opera" (La Ópera de los 3 Centavos), de 1931, que en principio había sido prohibida por Hitler, pero increíblemente fue regalada al führer para su 50º cumpleaños, como el propio Fritz recuerda. Y fue así como además filmó películas como “Paracelsus” y “Es war eine Rauschende Ballnacht” (Noche Embrujada), esta última con Piotr Illich Tchaicovsky como tema central, si bien los hechos ocurridos no eran verídicos.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, la industria cinematográfica se estabilizó, pero Rasp no hizo tantas películas. Regresaría ya en los años ’50, y entre fines de esta década, y principios de los ’60, aparecería en varios filmes de detectives, alternando papeles de villano y de inocente. "Der frosch mit der Maske" (La máscara de la Rana), "Die Bande des Schreckens" (La Banda del Terror) y "Die Rote creis" (El círculo Rojo), son algunos de los títulos de las películas policiales en las que particpó, generalmente como jefe mafioso, sabio padre de un detective, o experimentado abogado.
En el medio, tendría tiempo para actuar para Hollywood (¡la pucha!). Fue en 1955, en la película "Magic Fire", dirigida por William Dieterle (un prestigioso director de cine alemán de la época), y biografía de Richard Wagner, compositor alemán. Si bien el papel es más que irrelevante (es un mensajero que va en busca del músico para llevarlo ante el rey Luis II de Bavaria, y dice unas cinco o seis líneas), tuvo la experiencia de compartir cartel junto a grandes nombres como Yvonne de Carlo y Peter Cushing.
Las décadas del 60 y 70 lo vieron en varias series televisivas alemanas, hasta interpretar en 1975, ya con 84 años, el film "Lina Braake", en el cual da vida a un anciano endeudado, que vive en un asilo hasta que es sacado de allí por su antigua esposa, para que le ayude a pagar sus deudas. Su última aparición televisiva, fue en la serie "Dorothea Merz", en 1976. Y ese mismo año, el 30 de noviembre, cerraba el telón definitivamente, en Gräfelfing, Alemania.
Fritz se casó con Charlotte Peterman, que nació en 1904 y falleció en 1993, y de quien no hay muchos datos disponibles. Ambos tuvieron cuatro hijos.
Recibió tan solo una distinción, el Premio a la Trayectoria de la Academia de Cine Alemana, en 1963. Ese mismo año, realizaría una de sus últimas películas.
¿Y Metrópolis? Muchos seguramente se preguntan "¿y Fritz Rasp cuál era?". Bueno, era un espía del dueño de la mega-ciudad, enviado a espiar a su hijo, Freder Fredersen, interpretado por Gustav Fröhlich, para que no se apartase de su lado para iniciar una vida junto a las clases trabajadoras de los suburbios. Un personaje caracterizado por ser alto, flaco, serio, desabrido, pero lo suficientemente completo como para "meter miedo", y calificarlo de un verdadero villano.
Sus apariciones son breves, aunque más lo fueron hasta que se encontraron las cintas de Metrópolis en Buenos Aires en el 2008. En las mismas, grandes sobrevivientes a la época, se puede ver a Fritz en muchas más escenas, entendiéndose en algunos casos la intervención del personaje en el film. Quien tenga o haya visto la versión "Metrópolis 2010", con este gran agregado de unos 25 minutos aproximadamente, es un fiel testigo de ello.
Una de las escenas recuperadas de Metrópolis en donde Fritz aparece.
Hasta aquí un pequeño homenaje De Película para un actor poco conocido en el medio, pero que mal no estaría darlo a conocer. Además, el 13 de mayo último fue su 120º cumpleaños. ¡Merecido tiene este espacio! Les dejo algunas fotos y un video para terminar, y que él mismo les cuente cómo le fue a lo largo de su carrera.
Canal 26 informa la clausura del estadio. ¿Qué hubiese ocurrido si esa cantidad de bengalas se usaba en un espacio cerrado?
Hoy el fútbol argentino se encuentra nuevamente envuelto en la polémica. A pocos dias de la muerte de Miguel Ramirez, el joven herido por una bengala en un recital del grupo de rock La Renga, el lunes, en el estadio de Vélez Sarsfield, pudieron verse a varios hinchas del equipo local, que ese día enfrentaba a Banfield para cerrar la fecha 13, prendiendo artefactos pirotécnicos (también bengalas) de forma indiscriminada. Al margen de los comentarios de los relatores, Marcelo Araujo y Julio Ricardo, a cualquiera le hubiese resultado indignante dicha situación.
Miguel Ramirez. Solo 32 años. Víctima de una bengala en recital de La Renga.
Los hinchas, unos 15 en total, serán identificados en las próximas horas, y seguramente juzgados. En cuanto al club, ya se clausuró el estadio, pero se piensa en alguna otra sanción.
Las autoridades de Vélez aseguran no saber cómo entró la pirotecnia, lo cual da a entender que, a pesar de los controles y medidas que aparentemente se toman, siguen ingresándose objetos peligrosos a los estadios. Por otro lado, luego de lo sucedido con Miguel Ramirez, el uso de pirotecnia en cualquier espectáculo público, ha quedado en claro que debe quedar totalmente prohibido. Pero mientras se piensa en un castigo para el club Vélez Sarsfield, parece aún no haber condena para el culpable por la muerte de Ramirez; no se sabe qué sucederá con los dueños del lugar en donde fue el recital, ni se sabe si el grupo La Renga, efectivamente, tuvo algo que ver en cuanto a permitir el uso de pirotecnia. Fantasmas de Cromagnon, que le dicen...
Estamos de acuerdo que, aún en un estadio, al aire libre, con tanto espacio disponible, el uso de una bengala implica un gran peligro para la gente. Y otra cosa que indigna aquí, es que se amenace con la quita de puntos al equipo.
Ya estamos en polémica...
Si debe juzgarse a alguien, debería ser a las autoridades del club, y a los quince hinchas responsables, claramente visibles en televisión, utilizando alevosamente artefactos pirotécnicos, como desentendiendo lo ocurrido unos dias atrás. Pero a Vélez como institución, no Vélez como equipo de fútbol. ¿O acaso los jugadores también se encuentran involucrados? Es claro que no.
Los puntos que a Vélez se le quieren quitar, no los hicieron Raffaini, presidente de la institución, ni Baldomar, el vicepresidente, ni demás dirigentes. Esos 27 puntos con los que el equipo de Liniers lidera el Torneo Clausura, fueron hechos por futbolistas, por titulares o suplentes, ayudados por un buen técnico como es Ricardo Gareca. Y en caso de concretarse la resta de puntos, se perjudicaría al plantel, al esfuerzo de los jugadores, al fútbol. Al buen fútbol. Y es que "el Fortín" ha demostrado una cierta superioridad de juego que, a pesar de algunas derrotas, no se ha visto empañada.
Pueden prohibir el ingreso de hinchas, determinar clausura del estadio o una sanción económica al club, o simplemente hacer algo con los responsables solamente, pero no es ni sería nada justo ver que el mejor equipo del campeonato pierde todas sus chances de ganarlo, y limpiamente, por causas que le son ajenas y lo manchan también.
Ahora clausurado. ¿Será sin hinchas el próximo partido del Fortín en su estadio?
¿Y qué pasa con la AFA? Como siempre, nada. Uno ve a Grondona y es imposible no sentir ira. Un señor mayor, que nisiquiera es capaz de hablar a la prensa para aclarar (o declarar) algo, pero que continúa siendo el mandamás del fútbol, que parece tener un control sobre el deporte que continuará muchos años más. Y no es la primera vez que, ante problemas similares, el presidente de la Asociación de Fútbol Argentino opta por el silencio, la soberbia, la indiferencia.
Quedará en manos de la justicia la decisión final. Acá lo principal es la seguridad de la gente, de todos los que van a ver un recital, un partido, un show, algo, y esperan disfrutarlo al máximo, pero se ven amenazados por aquellos que lo único que quieren es molestar, sea robando, prendiendo fuego, bengalas, agrediendo sin sentido, arruinando buenos momentos que puede estar viviendo una familia, un grupo de amigos, etc.
Por lo pronto, espero que se haga justicia por Miguel Ramirez, muerto sin motivos, que se juzgue correspondientemente a los (ir)responsables por el pésimo e indignante momento vivido en la cancha de Vélez, que se tomen de una vez las medidas adecuadas para evitar estos inconvenientes, y se prohíba el uso de pirotecnia en espectáculos públicos masivos. Pero también espero que no se perjudique a Vélez COMO EQUIPO, quitándole los puntos. Eso es ir contra el fútbol, contra el deporte.
Se mancha la pelota, y la seguiridad de todos.
Saludos y gracias.
Djokovic ganó en Madrid. Lleva 33 victorias consecutivas.
Novak Djokovic se ha vuelto el tenista sensación del momento. Y es que en lo que va del 2011, el serbio lleva un ritmo imparable, que parece no se detendrá. Siempre con su buen humor antes, durante y después de los partidos, Djokovic no pierde rumbo y demuestra un tenis excelente en cualquier superficie.
Hoy derrotó a Rafael Nadal, Número Uno del mundo, en el Masters 1000 de Madrid, si bien éste no es el dato más importante. Lo que realmente es para resaltar, es que no solo le ganó a Nadal, en su casa, sino que además le ganó en cancha de polvo de ladrillo, en donde el tenista español es “el rey”. Pero el “rey”, si bien presentó juego, no pudo con un Djokovic que ya no parece tener obstáculos para llegar a lo más alto de los ránkings.
Luego de 4 temporadas con el Nº 3 (desde su ascenso a la misma en 2007), el ahora Nº 2 venció a Nadal 7/5 y 6/4, para alcanzar su sexto título del año, y su 33ra victoria consecutiva. Esto hace pensar que, con Roland Garrós tan cerca, el tenista serbio podría obtener una vez más un título Grand Slam, después de haber ganado dos veces el Australian Open (2008 y 2011, éste último frente a Andy Murray), y habiendo mostrado hoy un nivel excelente frente a Nadal, a quien ya había derrotado en dos finales en lo que va del año, en los Masters 1000 de Indian Wells y Miami.
Pero otra cuestión notable se viene para este joven tenista nacido en Belgrado en 1987: la Copa Davis está cerca, y el equipo serbio debe medirse en julio ante Suecia, por un lugar en las semifinales. Pero no cabe dudas de que, con el tenis de gran nivel que viene demostrando, Novak alcanzará lo más alto, a tal punto que hoy, el propio Rafael Nadal, en conferencia de prensa luego de haber perdido con el serbio, expresó que no sería el fin del mundo si dejaba de ser el Nº 1, pero dio a entender que ya tenía resignadas sus chances de mantenerlo, viendo cómo Djokovic arrasa con todo.
Tranquilos, Novak tiene aún muchos títulos que obtener este año, y los espectáculos con alguien así en la cancha están asegurados. Hasta aquí, el Héroe de la Jornada.
Tercera victoria ante Nadal en 2011. El español, en su casa, resignado.
Roland Ratzenberger fue más que un piloto de Fórmula 1. Fue una persona soñadora, que veía un futuro en este deporte. Una persona que quiso mostrar por qué había llegado a la categoría, y lo que podría dar.
Pero un 30 de abril de 1994, en las pruebas de clasificación del Gran Premio de San Marino en Imola, Roland no pudo seguir con su sueño. A gran velocidad, se estrelló contra el paredón de la curva Villeneuve, terminando varios metros más lejos de ese lugar, en la curva Tosa, aún dentro del coche, el Simtek S941, inconsciente. Y si bien se hizo lo posible por salvarlo, se declaró que había fallecido momentos después del impacto, a más de 300 km/h.
Nacido un 4 de julio de 1960 en Salzburgo, Austria, Roland tuvo una carrera como la de cualquier piloto que aspira con llegar a la Máxima; inicios en karting, pasos por categorías menores, fórmula 3000, algunas carreras en Le Mans, etc. Cuando llegó a Simtek en 1994 (equipo compartido entre Max Mosley, Nick Wirth, y el gran Jack Brabham), había obtenido butaca gracias a lo que había ganado en la fórmula 3000 japonesa, y si bien pudo correr, el dinero le alcanzaría solo para unas pocas carreras.
Con el cartel de Simtek, inicio de temporada. La primera y última.
No tuvo un buen debut, pues quedó fuera del tiempo mínimo reglamentario para clasificar, y por ello no pudo participar del Gran Premio de Brasil, primera carrera de la temporada. En la siguiente, el Gran Premio del Pacífico, obtuvo un valioso 11º puesto (si en 1994 se hubiese puntuado con el sistema de hoy, hubiese quedado un lugar detrás del último puesto que recibe puntos), para llegar hasta San Marino.
Y en San Marino fue el principio del fin. El viernes 29, Rubens Barrichello, con Jordan, había impactado fuertemente contra una pila de neumáticos, salvándose de milagro, y si bien estuvo inconsciente un buen tiempo, su estado no lo dejaba correr el resto del fin de semana. El sabado llegaba la clasificación. Roland, fue de los primeros en salir. El accidente es conocido, a casi 320 km/h. Una fractura de cráneo fue la causa de su muerte, según informó el parte médico. Tenía tan solo 33 años.
Ayrton Senna, junto a otros pilotos (entre ellos Michael Schumacher y Gerhard Berger), pidieron por mayor seguridad en los circuitos, pues la muerte de Roland había cortado una racha de 12 años sin muertes en la Fórmula 1, después de las de Gilles Villeneuve (Zolder 1982) y Ricardo Paletti (Montreal 1982), en fines de semana de gran premio, y 8 años después de la muerte de Elio de Angelis, probando un auto en 1986. El domingo, en Imola, el propio Ayrton perdería la vida. Posteriormente, se tomaron mayores medidas de seguridad: los coches empezaron a cambiar de forma, de materiales, los cascos de los pilotos empezaron a fabricarse más resistentes, y las curvas de San Marino en donde se estrellaron Ratzenberger (Villeneuve) y Senna (Tamburello), fueron reformadas.
Autódromo Enzo y Dino Ferrari. En el círculo verde, Tamburello antes y después. En el azul, Villeneuve antes y después.
Y ahora viene la cuestión. Cada vez que llega el 1ro de mayo, todos recuerdan a Ayrton Senna, porque fue un campeón, porque fue una persona solidaria y dispuesta a dar una entrevista o firmar un autógrafo, porque fue uno de los mejores pilotos que existió; porque lógicamente, logró muchísimas cosas. Pero pareciera pasar desapercibido el hecho de que un día antes de lo de Senna, un 30 de abril de 1994, Roland Ratzenberger, un joven piloto austríaco que hacía su debut en un equipo chico, Simtek, también había tenido un trágico final. Es verdad, Roland no logró lo que Ayrton: no corrió 10 años en la Máxima, no ganó carreras, no hizo poles, ni récords de vuelta, no corrió en McLaren ni en Benetton, no sumó puntos, y apenas llegó a conseguir un lugar en Fórmula 1, pero no por eso tiene que ser recordado por unos pocos, que consideran su muerte tanto como la de Senna.
No es Trending Topic en Twitter. No tiene cientos de grupos en Facebook, ni clubes de fans; no salió en las noticias que hace 17 años fue su muerte, quizás una mención, eso nomás, no mucho más.
Y es que nadie podría negar el talento de Ayrton Senna; no lo pude ver correr, como tampoco a Fangio, Brabham, Moss, Reutemann o Prost, mis favoritos, y con suerte los vi a Schumacher y a Hakkinen, pero considero que Ayrton fue, con estos nombres y los de otros más, de los mejores pilotos que hubo; mostró agresividad como nadie, realizó carreras para el recuerdo, luchó contra otros grandes quizás teniendo un medio menor, hasta la era Schumacher tuvo el récord de pole positions, y sus tres campeonatos fueron más que merecidos. Pero me entristece saber que otro piloto que murió en circunstancias similares a las de Senna, el mismo fin de semana que el piloto brasileño, pero con un coche débil, y poca experiencia, siempre se lo nombre, con suerte, de casualidad. Los homenajes televisivos a Ayrton son merecidos, son inolvidables y muy emotivos. Pero unos cuantos minutos también pueden dedicársele a Roland.
Roland Ratzenberger, este blog te hace un homenaje, y para aquellos que recién entran en el maravilloso mundo de la Fórmula 1, es necesario informarles que no hubo solamente un piloto que falleció en aquel fin de semana del Gran Premio de San Marino de 1994. Dios tenga en la memoria por siempre a Ayrton Senna y a Roland Ratzenberger.