Sonriendo. Antes de correr en la F1. |
Roland Ratzenberger fue más que un piloto de Fórmula 1. Fue una persona soñadora, que veía un futuro en este deporte. Una persona que quiso mostrar por qué había llegado a la categoría, y lo que podría dar.
Pero un 30 de abril de 1994, en las pruebas de clasificación del Gran Premio de San Marino en Imola, Roland no pudo seguir con su sueño. A gran velocidad, se estrelló contra el paredón de la curva Villeneuve, terminando varios metros más lejos de ese lugar, en la curva Tosa, aún dentro del coche, el Simtek S941, inconsciente. Y si bien se hizo lo posible por salvarlo, se declaró que había fallecido momentos después del impacto, a más de 300 km/h.
Nacido un 4 de julio de 1960 en Salzburgo, Austria, Roland tuvo una carrera como la de cualquier piloto que aspira con llegar a la Máxima; inicios en karting, pasos por categorías menores, fórmula 3000, algunas carreras en Le Mans, etc. Cuando llegó a Simtek en 1994 (equipo compartido entre Max Mosley, Nick Wirth, y el gran Jack Brabham), había obtenido butaca gracias a lo que había ganado en la fórmula 3000 japonesa, y si bien pudo correr, el dinero le alcanzaría solo para unas pocas carreras.
Con el cartel de Simtek, inicio de temporada. La primera y última. |
No tuvo un buen debut, pues quedó fuera del tiempo mínimo reglamentario para clasificar, y por ello no pudo participar del Gran Premio de Brasil, primera carrera de la temporada. En la siguiente, el Gran Premio del Pacífico, obtuvo un valioso 11º puesto (si en 1994 se hubiese puntuado con el sistema de hoy, hubiese quedado un lugar detrás del último puesto que recibe puntos), para llegar hasta San Marino.
Y en San Marino fue el principio del fin. El viernes 29, Rubens Barrichello, con Jordan, había impactado fuertemente contra una pila de neumáticos, salvándose de milagro, y si bien estuvo inconsciente un buen tiempo, su estado no lo dejaba correr el resto del fin de semana. El sabado llegaba la clasificación. Roland, fue de los primeros en salir. El accidente es conocido, a casi 320 km/h. Una fractura de cráneo fue la causa de su muerte, según informó el parte médico. Tenía tan solo 33 años.
Ayrton Senna, junto a otros pilotos (entre ellos Michael Schumacher y Gerhard Berger), pidieron por mayor seguridad en los circuitos, pues la muerte de Roland había cortado una racha de 12 años sin muertes en la Fórmula 1, después de las de Gilles Villeneuve (Zolder 1982) y Ricardo Paletti (Montreal 1982), en fines de semana de gran premio, y 8 años después de la muerte de Elio de Angelis, probando un auto en 1986. El domingo, en Imola, el propio Ayrton perdería la vida. Posteriormente, se tomaron mayores medidas de seguridad: los coches empezaron a cambiar de forma, de materiales, los cascos de los pilotos empezaron a fabricarse más resistentes, y las curvas de San Marino en donde se estrellaron Ratzenberger (Villeneuve) y Senna (Tamburello), fueron reformadas.
Autódromo Enzo y Dino Ferrari. En el círculo verde, Tamburello antes y después. En el azul, Villeneuve antes y después. |
Y ahora viene la cuestión. Cada vez que llega el 1ro de mayo, todos recuerdan a Ayrton Senna, porque fue un campeón, porque fue una persona solidaria y dispuesta a dar una entrevista o firmar un autógrafo, porque fue uno de los mejores pilotos que existió; porque lógicamente, logró muchísimas cosas. Pero pareciera pasar desapercibido el hecho de que un día antes de lo de Senna, un 30 de abril de 1994, Roland Ratzenberger, un joven piloto austríaco que hacía su debut en un equipo chico, Simtek, también había tenido un trágico final. Es verdad, Roland no logró lo que Ayrton: no corrió 10 años en la Máxima, no ganó carreras, no hizo poles, ni récords de vuelta, no corrió en McLaren ni en Benetton, no sumó puntos, y apenas llegó a conseguir un lugar en Fórmula 1, pero no por eso tiene que ser recordado por unos pocos, que consideran su muerte tanto como la de Senna.
No es Trending Topic en Twitter. No tiene cientos de grupos en Facebook, ni clubes de fans; no salió en las noticias que hace 17 años fue su muerte, quizás una mención, eso nomás, no mucho más.
Y es que nadie podría negar el talento de Ayrton Senna; no lo pude ver correr, como tampoco a Fangio, Brabham, Moss, Reutemann o Prost, mis favoritos, y con suerte los vi a Schumacher y a Hakkinen, pero considero que Ayrton fue, con estos nombres y los de otros más, de los mejores pilotos que hubo; mostró agresividad como nadie, realizó carreras para el recuerdo, luchó contra otros grandes quizás teniendo un medio menor, hasta la era Schumacher tuvo el récord de pole positions, y sus tres campeonatos fueron más que merecidos. Pero me entristece saber que otro piloto que murió en circunstancias similares a las de Senna, el mismo fin de semana que el piloto brasileño, pero con un coche débil, y poca experiencia, siempre se lo nombre, con suerte, de casualidad. Los homenajes televisivos a Ayrton son merecidos, son inolvidables y muy emotivos. Pero unos cuantos minutos también pueden dedicársele a Roland.
Roland Ratzenberger, este blog te hace un homenaje, y para aquellos que recién entran en el maravilloso mundo de la Fórmula 1, es necesario informarles que no hubo solamente un piloto que falleció en aquel fin de semana del Gran Premio de San Marino de 1994. Dios tenga en la memoria por siempre a Ayrton Senna y a Roland Ratzenberger.
Saludos y gracias.
Roland Ratzenberger (1960 - 1994) - Ayrton Senna (1960 - 1994) |
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